La gigante de los automoviles Toyota, anunció una grave caída del 26 por ciento anual de sus ventas mundiales de vehículos en el primer semestre de 2009, afectado sobre todo por el retroceso de las ventas en Estados Unidos como consecuencia del aumento del desempleo. Toyota, que vendió unos tres millones 564 mil autos en los primeros seis meses del año, se mantiene todavía como primer constructor mundial, por delante de General Motors, que vendió unos tres millones 552 mil 700 unidades.
La compañía japonesa indicó que pese al retroceso del 26.6 por ciento de las ventas en Japón, la tendencia se está frenando en el mercado nacional, donde espera que las ventas recobren un cierto dinamismo con los vehículos híbridos como el Prius, favorecidos por las ayudas del gobierno. En tanto, Canon, el mayor fabricante de impresoras multifunción del mundo y gigante de la fotografía, también reportó una caída del 86 por ciento de sus beneficios en el segundo trimestre del año.
La empresa culpó de los resultados a la débil demanda de material para oficina y anunció un nuevo recorte de gastos para paliar la caída de los beneficios. ‘Seguiremos reduciendo gastos para obtener una reducción de dos mil 326 millones de dólares en este año fiscal (que finaliza el 31 de marzo de 2010), lo que supone el doble de lo que nos propusimos a inicios de año’, dijo en una rueda de prensa Masahiro Osawa, director general de Canon.
Otra de las grandes empresas japonesas de tecnología, Hitachi, anunció por su parte pérdidas por valor de 875 millones de dólares en el período de abril a junio, primer trimestre del año fiscal japonés. El gigante japonés, que el año perdió ocho mil 100 millones de dólares, la mayor debacle de un fabricante en la historia de Japón, dijo que comenzará a comprar activos con el objetivo de absorber cinco unidades del conglomerado y concentrar recursos para obtener beneficios lo antes posible.
Japón vive su peor recesión desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, con un aumento del índice de desempleo, que se situó en el 5.0 por ciento, su nivel más alto en un lustro, y con el retorno del fenómeno de la deflación (retroceso de los precios).
