De hecho, la manzana de la discordia en la pugna es que SEPLA afirma que Iberia quiere reabrir las negociaciones en temas que según afirman, ya tenían arreglos pactados, y parcialmente firmados en un preacuerdo suscrito en enero pasado.
Aseguran que no volverán a reunirse con la aerolínea, sino es para firmar la redacción final del convenio que ya negociaron, además exhortan a la compañía a “que admita el borrador que actualmente está sobre la mesa. Reabrir negociaciones sobre estos puntos es retroceder un año y no vamos a negociar lo que ya está pactado” aseguraron los representantes del Sindicato.
Por otro lado, fuentes de Iberia niegan que se intente hacer alguna modificación, acusando a su vez a los representantes de sus pilotos de querer introducir cambios a aspectos cerrados.
Agregaron que “la redacción final del preacuerdo se ha convertido en una nueva negociación". Iberia: “ni un punto, ni uno menos”.
En Iberia niegan que se haya producido modificaciones sobre lo acordado en enero y sólo quiere trasladar al convenio lo ya firmado, "ni un punto más, ni uno menos", aseguraron portavoces de la aerolínea, para la que es crucial resolver este asunto cuando está a las puertas de materializar finalmente la fusión con su socia British Airways.
Según la versión empresarial, la situación en realidad es que hay “puntos cerrados que ahora los representantes sindicales quieren cambiar.
La compañía firmó un acuerdo que es público y claramente se puede verificar quién quiere cambiar y qué”, apuntan. Iberia y su colectivo de pilotos están desde hace diez años discutiendo un convenio colectivo, aunque entre los años 2001 al 2005 estuvieron bajo un laudo arbitral.
Fuentes cercanas al proceso de negociaciones señalaron que algunos de los cambios y adaptaciones a las nuevas normativas introducidas no afectan por igual a todo el colectivo, unos favorecen a los que están en edad de prejubilación y a otros más jóvenes, les altera los planes que tenían en su carrera para llegar a comandante y cubrir otros objetivos.
Estiman que se trata de una estrategia sindical para lograr que la empresa acepte hacer los cambios que les puedan plantear sus afiliados durante la asamblea de pilotos convocada para este jueves, en la cual decidirán si aprueban o no convertir este preacuerdo en el VII Convenio Colectivo, con vigencia para los años 2005 al 2009.
