Ben Southall, quien ganó un concurso y desde entonces vive solo en una isla paradisíaca y relata sus experiencias en un blog, descubrió que el trabajo no era tan idílico como lo pensaba, luego de estar al borde de la muerte a causa de la picadura de una medusa «irukandji». Ben Southall explica en el blog en el que relata sus experiencias, que recibió la picadura mientras practicaba esquí con una moto acuática en aguas de la isla de Hamilton (en Australia), y que sobrevivió al doloroso trance gracias a una pronta asistencia médica.
Este cooperante inglés de 34 años, que por vivir seis meses en la isla cobrará al final de su misión un total de 111.000 dólares estadounidenses (unos 83.300 euros), cuenta que antes de desmayarse de dolor, notó cómo le subía la fiebre acompañada de una intensa jaqueca, parálisis parcial del cuerpo y subida de la presión sanguínea. Aunque de pequeño tamaño, la medusa «irukandji» (caurukia barnes) tiene un veneno que es 100 veces más potente que el de una serpiente cobra, según los expertos.
Dos turistas murieron en 2002 a causa de la picadura de esa especie de medusa que habita en las aguas del noreste de Australia, según el diario español El Mundo. La organización del concurso instaló a Southball en una lujosa villa de tres dormitorios con piscina, levantada sobre la playa de la isla, una de las cerca de 600 que forman parte de la Gran Barrera de Coral del estado de Queensland.
Southall fue elegido entre 34.000 aspirantes, a quienes se les requería saber nadar, bucear, tener don de gentes, hacer fotos y vídeos, y relatar a través de internet las vivencias cotidianas durante el desempeño de la misión. El concurso formó parte del plan publicitario destinado a promover el potencial turístico de Queensland y de sus islas.