(Aeronoticias).- Los técnicos de Antel y la Fuerza Aérea no descartan un ataque cibernético en las fallas que desde el domingo vienen dejando sin comunicación a los aviones con la torre de control del Aeropuerto de Carrasco. Hubo retraso en movimiento aéreo. La falla técnica, que comenzó a verificarse el domingo pasado, se volvió a repetir en la jornada de ayer dejando a ciegas por momentos el sistema de monitoreo del Aeropuerto Internacional de Carrasco.
Por esa razón, en la tarde de ayer los aviones que ingresaban al espacio aéreo uruguayo debieron posponer 15 minutos su aterrizaje. La medida llevó a que se ordenara la secuenciación en los 16 puntos (rutas) de ingreso al cielo nacional para ser manejados con seguridad. «Ahora tenemos microcortes, por momentos falla, por momentos funciona bien», dijo el presidente del sindicato de controladores aéreos, Enrique Moreli, a El País al final de la tarde de ayer. A diferencia del domingo, los despegues no se vieron afectados.
El director de distribución aérea de la Dirección de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (Dinacia), coronel aviador Carlos Amado, dijo ayer a El País que el radar ubicado en Durazno emite «información espúrea» lo que determina que el sistema se «autoproteja» y detenga el procesamiento de datos por momentos. Ayer por la noche los principales técnicos de Antel se encontraban en la sala de control aéreo para encontrar la falla y no daban con el problema.
Consultado acerca de un eventual ataque cibernético, el coronel Amado señaló que «no se descarta nada». Hasta ahora «los técnicos de Antel encontraron desperfectos en el sistema de tráfico de paquete de datos» que envía el equipo de Durazno, dijo el militar. En caso que fuera un ataque, la solución es «difícil» dado que «el sistema es muy complejo», señaló Amado. Agregó que la solución puede tardar «salvo que se contacte al hacker y diga la verdad».
Desde hace dos semanas el radar de Durazno viene generando problemas en la transferencia de datos. «Aparentemente los datos que llegan a nuestros servidores mediante la fibra óptica de Antel no eran limpios ni puros por lo que actuó el protocolo de seguridad», dijo.
En el mismo sentido se pronunció Moreli. «No se ha podido identificar el problema, otra vez hubo problemas durante algunos minutos en la comunicación entre los aviones y el radar», describió ayer a El País el dirigente sindical. Técnicos de Antel estuvieron trabajando toda la tarde de ayer en el radar del Aeropuerto de Carrasco y en principio descartaron la responsabilidad de la empresa en el problema de comunicación.
Los expertos se presentaron con la más alta tecnología para localizar el origen del problema. Anunciaron que la investigación seguirá.
Fallas.
El problema técnico del domingo, que duró tres horas corridas, dejó de manifiesto que el principal radar que controla el cielo uruguayo tiene 25 años y ya cumplió su vida útil. Los equipos que monitorean el norte del país hace 10 días que no funcionan por fallas en la comunicación.
El radar móvil de Santa Clara de Olimar está fuera de servicio. La tecnología del principal radar nacional, localizado en el Aeropuerto de Carrasco, está llegando al final de su vida útil y de vez en cuando se queda, como sucedió el domingo en medio del final de la última quincena turística de enero. Hace 25 años que un radar de origen francés no para de girar en la entrada de Carrasco. La máquina es noble pero la conexión con la sala de controladores falló y obligó a retrasar decenas de vuelos y a desviar otros.
La falla técnica que comenzó el domingo se sumó a la falta de personal capacitado para controlar el tráfico aéreo, según recordaron a El País fuentes militares y civiles.
Los controladores aéreos deberían recibir información de cuatro radares: el que está en el aeropuerto de Carrasco, cuyo sistema falló el domingo; uno que está en Durazno, que hace 10 días no funciona; otro que está instalado en Santa Clara de Olimar, que no está operativo y el sistema del aeropuerto internacional de Ezeiza (Argentina).
En Santa Clara desde hace dos años debería estar operando un radar móvil de uso militar que podría compartir información con la Aviación Civil. Hasta el momento padece problemas de conectividad con el sistema de fibra óptica. En la Fuerza Aérea hay otro equipo similar que está completamente fuera de servicio. La Dinacia tiene previsto incorporar un nuevo radar para Carrasco.
En los próximos días se confirmará la compra; el organismo tiene un año para instalar el nuevo equipo. Tras la construcción del nuevo aeropuerto internacional, la Dinacia resolvió cambiar la ubicación del radar que quedará dentro del predio de la actual terminal aérea, según fuentes del organismo.
Norte a ciegas.
Por otro lado, la situación que comenzó el domingo también mostró que el cielo del norte uruguayo es una sombra para los monitores aeroportuarios del sur. Un avión de cualquier tamaño y carga puede pasar sin ser detectado por las autoridades nacionales por todo el departamento de Artigas o el norte de Rivera y Salto.
Es habitual que por esa zona vuelen pequeñas avionetas de contrabandistas y narcotraficantes que tiran drogas, según declararon a El País fuentes civiles y de la Fuerza Aérea. El dirigente Moreli explicó que por esa zona transitan vuelos comerciales del norte argentino, así como de Mendoza y Chile con destino a Brasil.
El radar localizado en la base aérea de Durazno viene generando problemas desde hace 10 días, por lo que los movimientos aéreos en el norte no aparecen en las pantallas del aeropuerto de Carrasco. Los controladores uruguayos dependen de los datos que aporten las autoridades aéreas argentinas y brasileñas. Pluna debió reprogramar 14 vuelos, mientras que otras aerolíneas sufrieron retrasos.
Prevén nuevo sistema en agosto
El director de Dinacia, coronel aviador Jorge Cappi, confirmó ayer a El País los problemas de los equipos instalados en Durazno que no permiten monitorear la zona norte. «Hay algunos puntos que el radar no abarca», dijo.
Cappi señaló que en agosto de 2011 el organismo realizó la compra de un nuevo sistema de comunicaciones. La adquisición, a un costo de US$ 9 millones, fue en acuerdo con la Organización Internacional de Aviación Civil. La inversión, que requirió una ley específica, se deberá concretar antes que se cumpla un año de realizada la licitación internacional.
«En agosto tendremos un nuevo sistema de comunicaciones que cubrirá todo el país. Son ocho estaciones que fueron definidas por técnicos de la organización internacional», aseveró el coronel.
Las comunicaciones se hacen mediante fibra óptica, a cargo de Antel y un sistema específico para la aviación civil en la banda de VHF. La comunicación entre los radares y la sala de controladores aéreos se hace mediante el sistema de fibra óptica de Antel. Mientras que el contacto entre el control aéreo y las aeronaves comerciales, que se vio paralizado el domingo, se hace mediante el servicio de microondas de la empresa estatal.
El domingo los controladores aéreos debieron aplicar un plan de contingencia que implicó a partir del primer fallo la suspensión de todos los despegues de los aeropuertos nacionales. Eso determinó que la actividad se detuviera en los aeropuertos de Carrasco y Punta del Este. Se apuraron los aterrizajes de las aeronaves que estaban más cerca de la pista y las otras fueron redireccionadas al control de Curitiba (Brasil) y Ezeiza (Buenos Aires). En algunos casos los controladores asumen el manejo del avión que aterriza. Fuente: www.elpais.com.uy