La devoción a la Virgen de Cocharcas se inició en Copacabana, meseta del Collao-Puno, desde ahí se extendió a toda la sierra peruana, y hoy es considerada la principal fiesta religiosa en Apurímac y todo el valle del Mantaro, siendo parte de su folclor, fe e historia de estos pueblos.
Hoy, dicha festividad en honor a la “Mamacha Cocharcas” bendice a todo el valle del centro del país, transformando la devoción de la “Mamacha” católica en doble mensaje, por un lado, significa la bendición del agua de todos los campesinos y sus siembras. El epicentro de esta actividad acontece cada 8 de setiembre en Sapallanga, a 8km al sur de Huancayo.
Aquí, los feligreses reproducen el color y alegría de los habitantes de los cinco distritos del valle del Mantaro, en los pueblos cercanos a Sapallanga se festeja la “octava”, día donde todo será fuegos artificiales, comida y fiesta con el ritmo de los conjuntos folclóricos.