(Aeronoticias).- Cuando los niveles de radiación son altos, las consecuencias pueden ser severas.
Este verano, más vale prevenir que lamentar. La insolación es la irritación e inflamación de la piel por acción de la luz solar, en especial de la ultravioleta A y B. Así, pues, no es ningún chiste estar “tomando el sol”. El enrojecimiento de la piel no es la única manifestación. La insolación, también conocida como eritema, produce aumento de temperatura en el cuerpo, sensación de malestar, fiebre e incluso escalofríos. Nada cómodo, especialmente cuando llega la hora de dormir.
Hay ocasiones en las que el efecto puede ser incluso más grave. La insolación puede llevar a la quemadura, lo cual se traduce en la formación de ampollas en la piel, lo cual requiere de asistencia médica.
El usar cremas después de la ducha, aceites para que la piel se mantenga suave, pueden ser errores que podrían empeorar la situación. Aplicar una crema en la piel muy caliente hace que se mantenga el calor dentro. Descartar algún ungüento grasoso y, si lo que busca es hidratar la piel, utilice loción humectante que tenga alto porcentaje de líquido. Geles fríos como el aloe vera también ayudaran en la labor.
Sin embargo, másallá de pociones, encontrará que su mejor aliado no es otro que el agua. Algunos doctores recomiendan bañarse con agua fría y aplicar compresas con manzanilla con cubos de hielo (temperatura de 4 °C), esto minimizará el calor que se siente. El uso de antiinflamatorios es otra manera de aliviar malestares. Una manera de restituir líquidos de manera adecuada, es consumiéndola.
Al día tenemos 6 horas donde se concentra el índice más alto de radiación solar. Desde las 10 de la mañana hasta las 4 de la tarde. La radiación también se recibe de manera indirecta, a través del mar y la arena.
Las vitaminas A y C son antioxidantes naturales que ayudan a la recuperación de la piel.
Recuerde que todo comienza por la prevención. No deje de aplicar bloqueador. Hágalo media hora antes de salir, y cada dos horas una vez esté expuesto al sol. No hay cuidado que sobre.