(Aeronoticias).- Para Rusia no es imprescindible disponer de los buques de desembarco anfibios Mistral, ya que puede construir naves todavía mejores, ha declarado el viceprimer ruso ministro a cargo de la industria de defensa, Dmitri Rogozin.
«Por sí mismo el buque Mistral representa un gran buque de desembarco muelle anfibio y puedo dar mi opinión personal de que Rusia podría prescindir de este contrato, ya que actualmente tenemos las capacidades de construir este tipo de buques con grandes bloques», declaró el viceprimer ministro en un programa de la televisión rusa citado por la agencia Itar-Tass.
Como ejemplo Rogozin puso el portaaviones modernizado Vikramaditya (anteriormente llamado Admiral Gorshkov), que Rusia vendió el año pasado a la India. «Al haber cumplido con las obligaciones en el marco de ese contrato y haber ganado una significante cantidad de dinero, hemos demostrado dentro de la propia Rusia y a la dirección del país que Rusia ahora puede construir buques de este tipo», aseveró el funcionario.
El ultramoderno crucero portaaviones Vikramaditya representa el pináculo de la construcción naval, señaló Rogozin. «Mientras que un buque de asalto anfibio [Mistral] es una construcción mucho más fácil de realizar. Por supuesto que podemos hacerlo», aseguró Rogozin.
Al mismo tiempo, el viceprimer ministro hizo hincapié en que existe un problema en los buques de clase Mistral: se construyen para el clima mediterráneo. «En realidad, no nos convienen mucho en referente a las condiciones climáticas, ya que sabemos a ciencia cierta que no podrán navegar en nuestros mares del norte», señaló Rogozin.
Además, el funcionario ruso subrayó que la actitud de la parte francesa («ahora te suministro el barco, ahora no te lo suministro») no es muy decente, «debido a que un tercio de la nave fue construido en Rusia». «La toldilla de los Mistral fue construida en los Astilleros del Báltico en San Petersburgo. Por lo tanto, si quieren quedarse el barco, entonces tendríamos que arrancar la popa para traerla de vuelta a Rusia y utilizar la toldilla para otros buques», explicó Rogozin.
«En segundo lugar, ya hemos pagado los barcos, y tendrían que devolver el dinero con las multas correspondientes. En tercer lugar, no es dinero lo que pone en riesgo Francia, sino su reputación como proveedor fiable en el marco de la cooperación técnico-militar», concluyó el viceprimer ministro.
Fuente: RT
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