En la calle quedaron decenas de motocicletas, así como numerosos autobuses y automóviles con los vidrios quebrados. Cerrato informó que el desalojo con gases lacrimógenos, chorros de agua y ruidos ensordecedores causados por la policía se produjo luego que los zelayistas retuvieron una patrulla policial en las cercanías durante dos horas y la incendiaron. «Antes de las 6 de la mañana sacaron de la calle a los protestantes», dijo a la AP Antonio López, vigilante de un residencia cercana a la embajada brasileña. «Los policías, con sus rostros cubiertos, les arrojaron gases lacrimógenos y entraron con todo. Y les dio palos a los manifestantes, que salieron corriendo… tragué gas y había comido una dona, que vomité».
El incidente se produjo luego que el lunes el gobierno de facto decretó un toque de queda por 26 horas, que concluye a las 6 de la tarde del martes, y que los zelayistas habían instalado en el lugar gran cantidad de barricadas con piedras, recipientes metálicos, neumáticos y diferentes materiales. La emergencia restringe por el momento la circulación de personas y vehículos.
Cerrato indicó que no hay detenidos. «Sin embargo, si los manifestantes continúan con sus desórdenes, se podría establecer un estado de sitio en Honduras», afirmó el ministro de Defensa de facto, Alfredo Lionel Sevilla, a la cadena local de radio HRN.
El régimen interino suspendió de manera indefinida los vuelos locales e internacionales en los cuatro aeropuertos de Honduras por «motivos de seguridad» en un intento por no permitir el arribo a Tegucigalpa del secretario general de la Organización de los Estados Americanos, José Miguel Insulza, quien anunció deseaba reunirse el martes con Zelaya y lograr un diálogo que pondría fin a la crisis política del país.
La embajada de Brasil en esta capital podría ser allanada por proteger a Zelaya, dijo a periodistas el asesor de la cancillería de facto, Mario Fortín. «La inviolabilidad de una sede diplomática no implica la protección de delincuentes o prófugos de la justicia», subrayó. «Y la acción judicial se podría realizar porque Zelaya no ha sido invitado ni ha pedido asilo político a Brasil». Las autoridades policiales y militares no se han referido al caso.
Aeronoticias resalta que, Fortín manifestó que las relaciones entre Honduras y Brasil se rompieron cuando ese país suspendió al embajador de Micheletti, Víctor Lozano, a petición de Zelaya. El líder del Frente Nacional de Resistencia, Juan Barahona, dijo a la AP que «Micheletti no se mantendrá por mucho tiempo en el poder» y que «sólo un baño de sangre detendrá la fuerza del pueblo en las calles para restituir la democracia». Instó a la población a concentrarse en Tegucigalpa para reinstalar a su líder. Según el opositor Rafael Alegría, «la gente se moviliza hacia la capital pese a los retenes militares y hay muchos detenidos en diferentes puntos. Y eso no logrará detenernos».