(Aeronoticias).- Un avión de la aerolínea australiana Qantas tuvo que regresar al aeropuerto poco después de despegar porque el piloto sospechaba que el fuselaje había sido alcanzado por un relámpago mientras sobrevolaba Nueva Zelanda.
La compañía aérea informó de que el aparato aterrizó sin problemas y ningún pasajero resultó herido. Destacó que el piloto decidió regresar a Auckland por razones de seguridad, pese a que el aparato está diseñado para aguantar impactos como ése.
«El piloto temió que el avión hubiera sido golpeado por un relámpago. Eso ocurrió al poco de iniciar el vuelo, así que decidió regresar a pista», señaló la empresa en un comunicado oficial.
Qantas detalló que el aparato, un modelo Boeing 737-800, se dirigía a la ciudad australiana de Melburne desde Auckland (Nueva Zelanda) y ahora está siendo inspeccionado por los técnicos para comprobar si la descarga eléctrica produjo daños.
