El organismo aclaró que la prohibición propuesta no se aplica a los equipos de emisión de radiación ultravioleta destinados a terapias médicas, ni a los usados para tratamientos de psoriasis y vitiligo. La Anvisa recordó que en 2002, cuando se intensificó el uso de tales aparatos para uso estético, divulgó un reglamento que prohíbe, entre otras cosas, la oferta del servicio para menores de edad y establece un intervalo mínimo entre cada sesión.
La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, vinculada a la Organización Mundial de la Salud (OMS), incluyó los aparatos de bronceado artificial en la lista de factores comprobadamente cancerígenos, indicó la Anvinsa. Las empresas que ofrecen el servicio de bronceado artificial alegan que estos equipos, por trabajar con lámparas de rayos ultravioleta y poseer potentes filtros, ofrecen todos los beneficios de la luz solar sin sus efectos dañinos.
Según los empresarios, los filtros usados eliminan las radiaciones ultravioleta de tipo B (UVB), que afectan la piel, y tan sólo permiten el paso de la radiación ultravioleta de tipo A (UVA), aparentemente inofensiva y apenas responsable por la pigmentación. Diferentes estudios científicos, sin embargo, alegan que los rayos UVA afectan el ADN celular, provocan reacciones alérgicas y tóxicas, y generan lesiones precursoras de tumores, cáncer de piel y envejecimiento precoz de la piel.
La Sociedad Brasileña de Dermatología (SBD), una de las entidades que será consultada, ya se había pronunciado por la prohibición de los aparatos. Según datos del Ministerio de Salud de Brasil, unos 126.000 brasileños contrajeron cáncer de piel el año pasado, entre los cuales 6.000 de melanoma, el tipo más letal.