(Aeronoticias).- Chile, o al menos las principales ciudades que han sufrido más con el terremoto, como Concepción, por ejemplo, se está autodestruyendo por acción de bandas organizadas que se han dedicado al saqueo y pillaje, incendiando grandes almacenes y otros edificios, obligando a las fuerzas del orden a reprimirlos bajo el marco del toque de queda decretado por la saliente presidenta Michelle Bachelet quien pondrá fin a su mandato la próxima semana cuando la reemplace el electo presidente Sebastián Piñera.
Justamente Piñera, conmocionado por los disturbios generalizados en Concepción, donde hasta los periodistas que cubren las penosas noticias del terrible sismo están protegidos con chalecos anti balas, exclamó: “Esto es inaceptable”, pidiendo acto seguido que se restablezca el orden a cualquier precio.
Mientras tanto, el gobierno chileno ha dejado atrás sus iníciales gestos de autosuficiencia y arrogancia para aceptar la ayuda de países vecinos, así como de la comunidad internacional, como la visita personal de algunos mandatarios a Santiago, como la del peruano, Alan García Pérez y la del brasileño Inacio Lula da Silva.
