Citigroup Inc. reeembolsó el miércoles al gobierno 20.000 millones de dólares que éste le había prestado, y las autoridades le notificaron que ya no está sujeta a las restricciones salariales impuestas como parte del plan gubernamental de rescate financiero.
Kenneth Feinberg, el funcionario del gobierno de Barack Obama a cargo del programa de rescate, dijo en una carta a la compañía que la devolución le permite a Citigroup quedar fuera de restricciones a salarios y bonificaciones a ejecutivos impuestas a las compañías que recibieron asistencia excepcional del fondo de rescate de 700.000 millones de dólares.
Ahora esas restricciones solamente son aplicables al gigante de seguros American International Group y a las compañías automovilísticas Chrysler y General Motors, así como a sus brazos financieros.
La semana pasada Citigroup vendió acciones comunes con el fin de recaudar el dinero necesario para devolver 20.000 millones de los 45.000 millones de dólares de la participación del gobierno en la compañía. Pero el Departamento del Tesoro aplazó sus planes de comenzar a vender el 34% de acciones de la empresa que posee, ya que consideró que el precio de los títulos de Citi era demasiado bajo.
En su carta a la compañía, Feinberg dijo que, debido al reembolso, ya no será necesario que él emita su aprobación para los paquetes de paga que reciban los ejecutivos de la compañía en el 2010. Sin embargo, aclaró que la compensación de esos ejecutivos en el 2009 aún estaría sujeta a las restricciones.
En octubre, Feinberg había dictaminado que los 25 ejecutivos principales en las compañías que recibieron asistencia excepcional del paquete de rescate tendrían sus salarios del 2009 limitados en la mayoría de los casos a 500.000 dólares.
Asimismo, se requirió que recibiesen cualquier compensación adicional en la forma de acciones de las compañías pagaderas en tres años, con el fin de intentar vincular su desempeño a la suerte de las empresas.
Incluso antes de la decisión de Feinberg, los bancos que habían recibido miles de millones de dólares para lidiar con la crisis financiera habían estado apresurándose a pagar los préstamos con el fin de poder salirse de las restricciones.