El Gobierno alemán de la canciller Angela Merkel negó hoy tener la intención de lanzar bonos conjuntos con los otros cinco países europeos que tienen la mejor calificación de solvencia.
«No hay planes para bonos ‘triple A’ o ‘bonos de élite’ como se dice en un artículo de prensa», aseguró el Ministerio de Finanzas desmintiendo así informaciones publicadas poco antes por el diario alemán «Die Welt».
Según las mismas fuentes, la cuestión tampoco se barajó en el encuentro que mantuvieron el viernes el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, y sus homólogos de Finlandia y Holanda. «Y tampoco mantenemos discusiones de ese tipo con nuestros colegas británicos».
El Gobierno de centroderecha de la canciller ha descartado una y otra vez la emisión colectiva de deuda y la introducción de los denominados eurobonos.
Sin embargo, según «Die Welt», que basa sus informaciones en «importantes fuentes diplomáticas de la Unión Europea (UE)», ahora, Berlín baraja juntarse con Francia, Finlandia, Holanda, Luxemburgo y Austria «en caso de necesidad» para lanzar deuda conjunta al mercado creando así un «cortafuegos» eficaz.
En el artículo, publicado un día antes de la reunión de ministros europeos de Finanzas en Bruselas, se recalca que esos títulos no serían los eurobonos propuestos por la Comisión Europea y rechazados por Merkel.
Estos bonos «triple A» o «de élite», que tendrían una tasa de interés de entre el dos y el 2,5 por ciento, no servirían para los 17 países del euro, de hecho, se excluirían expresamente los países con graves problemas de deuda y con una baja calificación, según el diario.
Podrían usarse para financiar el endeudamiento de los seis Estados de la triple A, pero también para aumentar los fondos para países con serios problemas, como Italia o España.
«Die Welt» puntualiza no obstante que esa medida sólo podría aplicarse «bajo estrictas condiciones».
Además, Merkel sólo recurriría a esa medida si no se diese luz verde en los 27 países del bloque a la enmienda de los Tratados Europeos propuesta por ella misma y por el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
El nuevo Tratado de Estabilidad de la UE permitiría que el Banco Central Europeo (BCE) comprase deuda de forma masiva para frenar la crisis fiscal, -algo a lo que hasta ahora Berlín se negó categóricamente-, y a cambio obligaría a los Estados a someterse a un estricto control de los déficit nacionales, así como a sancionar una supervisión presupuestaria europea.
«Estamos trabajando intensamente para lograr una unión de estabilidad», justificó el ministerio germano en su comunicado. Y para lograrlo, lo más importante es modificar los tratados europeos, agregó.
«Necesitamos un cambio en los tratados y lo podemos conseguir rápidamente», continuó. «Eso no tiene nada que ver con los bonos ‘Triple A’ ni ‘Premium'».
Mientras, la agencia de calificaciones Moody’s advirtió del peligro de que más países de la eurozona dejen de poder servir su deuda así como del peligro de desintegración del bloque de moneda única.
En un informe especial dado a conocer hoy, la agencia dibuja un escenario en el que la eurozona seguirá subsistiendo, pero previene que en las últimas semanas ha aumentado «el peligro de evoluciones negativas».
DPA
Editor: Enrique López