(Aeronoticias) Luis Garro, “Lucho”, como lo llamaba la afición deportiva peruana allá por la década del 60, había nacido en la ciudad de Bahía Blanca (Argentina), en el año 1915, y ya como periodista y como comentarista de fútbol trabajó en su país, en Buenos Aires, en las revistas Campeón, Leoplan y Goles, en la época de Fioravanti, Horacio Bessio, Curcu, Daniel Frascara y El Bachiller.
Un amigo suyo -el periodista Oscar Artacho- lo llevó a trabajar a Perú, donde empezó escribiendo en el diario Ultima Hora y prosiguió durante largos años trabajando en el diario El Comercio y como corresponsal del matutino argentino Clarín. Como comentarista deportivo se destacó en la audición de radio Ovación, al lado de Pocho Raspigliosi y otros grandes más. Fue muy conocido y querido por la afición peruana. En el año 1972 regresó a la Argentina desde donde siguió escribiendo para El Comercio.
En el año 1978 publicó el libro “Los mundiales de fútbol”. Era la historia de los mismos, desde sus comienzos en el año 1930 hasta el año 1978, mundial que tuvo lugar en Argentina. Siguió ligado al fútbol y escribiendo para El Comercio hasta el 9 de julio de 1992, fecha en que falleció.
Por voluntad y pedido suyo sus restos fueron cremados. Su esposa y compañera de toda la vida, Guillermina, murió casi 18 años después, el 5 de abril de 2010. Por voluntad de ella sus restos también fueron cremados y ya sus cenizas están juntas. Como dicen los artistas: están en la eternidad, de gira permanente. Esta nota no es más que un recuerdo y homenaje a un periodista deportivo que dio todo por su profesión y muy querido no sólo por la afición peruana, sino por quienes lo trataban y lo conocían.
Aeronoticias se suma a este homenaje a tal vez uno de los más talentosos periodistas deportivos del diario El Comercio de Lima-Perú, sus opiniones en televisión cuando hablaban de fútbol demostraban una calidad intelectual inusitada, ya que comenzaba hablando de la estrategia de Aníbal comparando a los gladiadores que en un campo de fútbol un domingo por la tarde en el Estadio Nacional realizaban proesas en el deporte que él las comparaba con la historia, realmente fue inigualable, es por ello que su yerno Reynaldo Palacín, esposo de Elena, hija de Lucho desde Buenos Aires nos recuerda que los pueblos que recuerdan su historia futbolística tienen futuro, y es por eso que Luis Garro nos recuerda que fue precisamente en el periodo en el que él fue comentarista deportivo en el Perú el nivel era otro y es por ello que entre otros logros el Perú ganó su clasificación al Mundial México 1970 dejando en el camino a Argentina, eran otros tiempos y otras épocas y Luis Garro vivirá siempre en nuestra memoria como un gran periodista, el hombre que amó y quiso a su casa editorial, en este caso el decano de la prensa nacional el diario «El Comercio» .
Estamos seguros que sus cenizas vibran hoy en los campos de fútbol del Perú en donde tal vez a futuro alcancemos la gloria perdida en el tiempo cuando nos clasificábamos en el mundial. Don Lucho Garro, un grande de verdad!