La economía estadounidense creció un 2,8% en el trimestre pasado, una recuperación más lenta de lo que se prevería. La lectura oficial del producto interno bruto fue inferior al 3,5% calculado para el trimestre julio-septiembre hace un mes. Los factores principales de la rebaja fueron que los consumidores gastaron menos de lo previsto, la construcción mostró una mayor debilidad y el déficit comercial fue un lastre para el crecimiento.
Los economías habían previsto un crecimiento del 2,9%. El PIB, que mide la totalidad de bienes y servicios producidos en un país _de maquinaria a manicuras_ fue un poco más débil que el 2,9% pronosticado por los economistas que sondeó la firma Thomson Reuters.
Empero, la buena noticia es que finalmente la economía comenzó a crecer nuevamente, tras cuatro trimestres consecutivos de contracción. la mala noticia es que la recuperación seguramente será letárgica. La peor recesión desde la década de 1930 seguramente concluyó, pero llevará tiempo la recuperación económica, dijeron tanto los funcionarios de la Fed como los economistas.
El crecimiento seguramente no será enérgico para reducir con premura el desempleo, que alcanza el 10,2%. Es la segunda vez desde la Segunda Guerra Mundial que el desempleo ha superado el 10%. Algunos economistas creen que la economía creceré este trimestre en torno al 2,5%, aunque otros indicaron que podría llegar al 3% si las ventas navideñas son mejores a las pronosticadas.
Empero, la mayor parte coincide en que la economía volverá a debilitarse el próximo año, con un crecimiento en torno al 1% al desaparecer el impacto de los 787.000 millones de gastos extraordinarios y los consumidores siguen mirando sus gastos debido al elevado desempleo y el las restricciones al crédito.
Gran parte de la reactivación económica del anterior trimestre se debió a las subvenciones federales a la adquisición de viviendas y automóviles.