El sonado caso del pulmón, supuestamente robado, que exhibió en Lima la empresa Premier y que ahora se ha convertido en un proceso legal que envuelve con visos de escándalo a su representante Susan Hoefklen, podría proceder de uno de los prisioneros chinos que luego fueron ejecutados y sus órganos vendidos a 30 dólares cada uno, según la prensa norteamericana que investigó situaciones similares en su país.
Esta versión ha sido presentada por el abogado de Hoefklen al juzgado correspondiente como prueba en la defensa de su patrocinada y con la cual pone en cuestión la veracidad de la empresas Premier que exhibió en Lima la exposición denominada “Cuerpo Humano Real y Fascinante”.
Dicho jurista, que responde al nombre de Juan Carlos Medina Fernández, señaló que en los Estados Unidos se sigue actualmente un juicio contra Premier y los miembros de esta empresa, Katherine Seymoury y Brian Wagner, relacionista pública y abogado, respectivamente, acusados de fraude al engañar al público manifestando que los órganos exhibidos habían sido donados por una institución médica cuando en realidad procedían de prisioneros chinos.