(Aeronoticias).-En ceremonia por el día de San Pedro y San Pablo, el Papa Benedicto XVI reconoció que a lo largo de toda su historia, la institución del papado ha sufrido la debilidad de los hombres y recordó que la Iglesia Católica no es una comunidad de perfectos.
En su discurso el Santo Padre constató que la Iglesia vive en tensión entre su naturaleza divina y la capacidad humana de sus integrantes, como la constata el drama de la historia del mismo papado.
«El papado constituye el fundamento de la iglesia en el tiempo; por otra emergen a lo largo de los siglos, la debilidad de los hombres que solo la apertura a la acción de Dios puede transformar».