(Aeronoticias).- En lo que se considera como la más grande tragedia ocurrida en penales latinoamericanos, ayer murieron más de 400 presos de la granja penal de Comayagua, Honduras, que tenía capacidad para unos 800 delincuentes.
Esta cantidad de fallecidos superaría los cerca de 300 reclusos que murieron hace 26 años (1986) en un motín coordinado ocurrido en el Perú en los penales de Santa Bárbara y Callao.
En el drama hondureño, la mayoría de los presos perdieron la vida por asfixia, viéndose después sus cadáveres apilados en sus celdas en macabras escenas de horror.
Al respecto, Danilo Orellana, director del Centro de Penales de Honduras dijo ; “esto es lo peor que ha ocurrido en penales de toda América Latina”.