Air France recibió su primer A380 el viernes en una ceremonia en las instalaciones de Airbus en Hamburgo (norte de Alemania), convirtiéndose en la primera compañía europea que posee el avión gigante, con el que espera ahorrar en tiempos de crisis. El A380 es «una excelente respuesta a la crisis económica, que sigue haciendo sentir sus efectos en nuestra actividad de manera impresionante», declaró el director general de Air France, Pierre-Henri Gourgeon, que espera ahorrar 15 millones de euros cada año por cada A380 en servicio.
Con cada uno de sus A380, Air France podrá concretamente reemplazar dos aviones de largo recorrido más pequeños. Así, «hacia Nueva York, retiraremos un Boeing 777-200 y un Airbus A340, y pasaremos de cinco vuelos diarios a cuatro», obteniendo así un 20% de reducción de los costos de explotación, explicó Pierre-Henri Gourgeon. El A380 de Air France podrá transportar a 538 pasajeros repartidos en tres clases: nueve en primera, 80 en ‘business’, y 449 en clase turista. Estará dotado de seis bares y ofrecerá más espacio a los pasajeros en todas las categorías.
El vuelo comercial inaugural del aparato, que cuesta cerca de 330 millones de dólares según el precio de catálogo, tendrá lugar el 20 de noviembre, entre París y Nueva York. La compañía, que pidió un total de doce A380, empezará poniéndolos en servicio con destino a Nueva York y Johanesburgo, y luego lo hará probablemente con Tokio.
Air France se convierte además en la primera compañía europea dotada del mayor avión de línea del mundo, después de Singapore Airlines, Emirates y la australiana Qantas
