El suizo Roger Federer, número uno del mundo, le ganó ayer al serbio Novak Djokovic, cuarto en el escalafón mundial, por 6-1 y 7-5 y se quedó con el Masters 1000 de Cincinatti. De esta manera, Federer demostró que está en óptimas condiciones para defender el título en el abierto de los Estados Unidos, último Grand Slam de la temporada, que se iniciará el próximo lunes 31 de agosto.
El suizo había vuelto al circuito la semana pasada en Montreal tras ser papá de dos mellizas y perdió en cuartos de final con el francés Wilfried Tsonga. Federer había mostrado un gran juego en Canadá y volvió a exhibir el mismo en Cincinnati, donde ayer dejó en el camino en las semifinales al escocés Andy Murray, número dos del mundo, justamente el vencedor en Montreal.
En tanto, Djokovic venía de derrotar en una de las semifinales al español Rafael Nadal, tercero en el ranking mundial. En el primer set, el partido fue ampliamente favorable a Federer pero en el comienzo del segundo parcial, el serbio le quebró el servicio al suizo en el segundo juego y logró adelantarse 3-0 tras conservar su saque.
Sin embargo, Federer se pudo recuperar, emparejó el encuentro y consiguió el quiebre fundamental en el undécimo game cuando le ‘rompió’ el saque al serbio y se colocó 6-5.
Tras mantener su saque, Federer pudo cerrar el partido y así consiguió su 16to. título de la Serie Masters (desde esta temporada llamados Masters 1000), uno menos que el máximo ganador de la historia, el estadounidense Andre Agassi.