El arqueólogo, que lleva a cabo un doctorado en la Universidad Santa Bárbara de California, dijo que el niño podría estar asociado con la construcción de los muros del santuario y que a un lado se puede observar los huesos de una llama bebé o un perrito. Se trataría de un antiguo poblador huanca o inca. Para confirmar la hipótesis continuará la excavación en esta primera etapa hasta el 19 de diciembre. Con los análisis respectivos se podrá saber el origen y la fecha en que murió el niño.
Al ser consultado si se pueden hallar nuevas cosas dijo que “una regla de arqueología es que uno no sabe lo que encontrará; por el momento pensamos que vamos a encontrar muchos muertos o quizá ninguno, es imposible saber pero el trabajo va a continuar”. Dejó entrever que hace muchos años atrás se hicieron excavaciones pero no se conoce qué personas laboraron porque no dejaron información.
Aeronoticias resalta que la difusión de la excavación que busca desentrañar las incógnitas de la cultura Wanka, sobre todo del centro religioso de Warivilca que data del año 700 de la era actual, atrajo la visita de 500 personas en los últimos cuatro días, lo que representa un récord en esta zona arqueológica. Al respecto, Robert Arroyo, encargado del museo de sitio de Warivilca, afirmó que es posible que el anexo de Huari, donde se halla el complejo arqueológico, se convierta en uno de los emporios turísticos de la ciudad de Huancayo y del valle del Mantaro.
Sostuvo que ya se coordinó con la Policía Nacional y Serenazgo para prestar la seguridad a Warivilca.