(Aeronoticias).-Llegó el verano y con esta estación la preocupación, y en muchos casos hasta la obsesión por adelgazar, que incluso no les importa arriesgar sus vidas con tal de lucir la silueta soñada, la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo) advirtió sobre los peligros que representan las famosas pastilla milagro para adelgazar.
Estos suplementos no son más que las nuevas generaciones de las píldoras “rainbow” o arco iris, llamadas así por sus colores brillantes y variados, que aparecieron hace más de 70 años como fármacos para perder peso.
Pese a que fueron prohibidas como medicamento en los años 70 en Estados Unidos y en los años 90 en España por su alta peligrosidad, se han vuelto a introducir en el mercado disfrazadas de suplementos dietéticos, lo que los protege de la estricta reglamentación aplicada a productos farmacéuticos.
En el citado artículo y el único español de los tres profesionales que participaron en su redacción se hace una revisión de la utilización de pastillas para adelgazar en Estados Unidos, España y Brasil desde los años 40. El documento fue publicado recientemente en la prestigiosa revista científica “American Journal of Public Health”.
También se reflexiona sobre los canales de venta actuales: productos comercializados fuera de los circuitos de los fármacos convencionales, aprovechando actualmente las ventajas de la accesibilidad a internet y promocionándose a través de campañas de publicidad en televisión o medios escritos.
Cabe precisar que productos milagro que prometen una solución rápida a los problemas de peso y capitalizan la disposición de muchos pacientes a aferrarse a cualquier cosa que les ofrezca una solución exenta del esfuerzo de seguir una dieta.
Lamentablemente la creciente tendencia a la automedicación de la sociedad actual y los valores estéticos imperantes, están haciendo posible que, a pesar de su peligrosidad, este negocio lucrativo siga creciendo, informa abc.es.
La Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos ha advertido recientemente a los consumidores sobre los riesgos de tomar suplementos no autorizados para perder peso, dado que podrían estar adulterados con múltiples fármacos no indicados para tratar la obesidad.
Algunos de estos suplementos combinan anorexígenos potentes, tales como derivados de anfetaminas, con benzodiazepinas, bloqueadores beta y otros medicamentos para suprimir los efectos adversos de los anoréxicos.