«Hay un dolor muy profundo en el exilio, también hay entendimiento. Yo lamento mucho haber causado, digamos, este mal momento», dijo Juanes en una entrevista exclusiva antes de saltar al escenario del Madison Square Garden, en Nueva York. «He tenido la oportunidad de hablar con varios líderes de la comunidad cubana para explicarles de qué se trata esto y es la única verdad que hay», dijo el cantante. «Ya lo otro es incontrolable para mí. Si ponen que Juanes es comunista, y que Juanes tiene intenciones políticas… es que realmente yo puedo controlar lo que está en mi corazón, lo que está en mi mente. Nosotros sabemos lo que estamos haciendo y porqué lo estamos haciendo».
«En algún momento mi familia tuvo miedo, al igual que yo, más como padre, como marido, pero al mismo tiempo sé que la gente del exilio cubano es muy buena gente», dijo el cantante el viernes, quien admitió que sabía que la polémica generada por el concierto «iba a ocurrir». Juanes – quien planea empezar a grabar su nuevo disco en febrero y se convertirá en padre por tercera vez tan sólo dos semanas antes del polémico recital – dijo estar «decepcionado» por lo ocurrido.
«Cuando veo lo que nos ha ocurrido por tan sólo querer ir a Cuba… Es una locura, quiero decir, entiendo el dolor, entiendo la historia de los cubanos, lo entiendo todo pero estoy preguntando por el futuro, por la gente joven en Cuba», planteó Juanes. «Estamos preguntando el por qué si vas a Cuba eres un comunista, y si eres un comunista entonces eres un gorila o eres un terrorista… no todos (los cubanos) son así. Si vas a Cuba, pues son comunistas, y uno ha de respetarlo».
Se calcula que más de 600.000 personas acudirán al acontecimiento, que además de Juanes contará con la participación de Silvio Rodríguez, legendario trovador de Cuba, y Los Van Van, estrellas de salsa de la isla; así como el español Miguel Bosé entre otros. Hace poco, el gobierno cubano lamentó los ataques sufridos por Juanes y aseguró continúan los preparativos del concierto en la isla. Juanes también ha recibido un abrumador apoyo por parte de ciertos miembros de la comunidad cubana en Estados Unidos, además de cantantes y políticos. El gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, describió el viernes el concierto como algo positivo.
Precisamente Juanes señaló que la controversia es parte del diálogo hacia algo positivo. «En todas las reacciones, en todas las cosas que han pasado en este concierto está la respuesta. Si se hiciera un concierto por la paz y nada pasara…. es que es eso. Se trata de eso. De ir con la música y tocar en lugares donde normalmente no se puede hacer», indicó.
En marzo del año pasado, Juanes organizó un concierto en la frontera colombo-venezolana en pro de una resolución pacífica a una crisis diplomática surgida unos días antes.
El cantante concluyó el viernes que éste es un «momento interesante» para él, ya que además de ser padre de nuevo y lanzar un nuevo disco a mediados del año que viene, está pensando en organizar otro «Paz sin fronteras» en la zona limítrofe entre México y Estados Unidos. Su respuesta fue clara cuando se le preguntó cómo puede lidiar con tantas cosas:
«No tengo ni idea», respondió.