El ex presidente del Jockey Club del Perú, Eduardo Villarán, detalla los hechos y la intención de los accionistas de recuperar la propiedad del terreno.
Han pasado casi 10 años desde esa sesión. ¿Qué ocurrió en la reunión y por qué aún no se logra nada concreto?
En 1995 y bajo mi gestión, planteamos entregar una concesión de 40 años para 12 hectáreas del club sobre las que se construiría el centro comercial. Luego, todos los asociados estuvimos de acuerdo con entregar esta concesión a Centros Comerciales del Perú (actual administrador del Jockey Plaza).
Sin embargo, en enero del 2000, la junta directiva presidida por el almirante Francisco Vainstein convoca una asamblea para decidir no una concesión sino la venta de dichas tierras. Los asociados, en un 90%, estábamos en contra de esa venta. La sesión, que comenzó con 350 socios presentes, duró más de 12 horas. Casi a las 3 a.m. y con apenas 30 personas se decidió aprobar la venta a Amerinvest, una empresa que no conocíamos. Para ello, la junta directiva presentó 300 poderes firmados. Hoy, se ha revelado que tales poderes eran falsos.
Pero el club andaba mal financieramente. ¿No convenía vender?
Decidir una venta era ilógico, porque nos ofrecieron la ridícula suma de US$40 millones. Esos terrenos eran muy valiosos, incluso hasta el día de hoy.
¿Cuál era el valor real de esos terrenos?
Mire, de mantener la propiedad, el JCP hubiera recibido US$260 millones durante 40 años por concepto de arrendamiento. Esto lo estimo porque en promedio hubiésemos recibido US$6,5 millones al año. Además, al término de la concesión (año 2034), el centro comercial hubiera revertido a favor del dueño del terreno, es decir, el club, y el centro hubiera costado casi US$600 millones.
¿Por qué se presenta esta propuesta a los asociados?
Vainstein cometió un gravísimo error al aceptar por adelantado (en diciembre de 1999), de parte de Amerinvest, un pago de US$3 millones para el club, un mes antes de la asamblea. La mitad de esa plata antes y el resto si lograba convencer a los asociados de ir por esta operación. En ese tiempo Amerinvest estaba representada por el hoy congresista Raúl Castro Stagnaro.
¿Este dinero era para el club?
Sí, pero como entidad licitante. Ni el JCP ni ninguna entidad licitante puede recibir dinero por un proceso en curso. Este pago se hizo como un pago a cuenta.
¿Cuál es el sentir de los asociados al confirmarse estas sospechas?
Que nos han robado y estafado. Los socios, en un 100%, queremos que revierta esta propiedad, porque todo esto fue una trafaza que nos privó de una renta que era nuestro seguro de vida. El contrato para el centro comercial era el mejor de la historia del JCP y lo botaron por la borda. Queremos formar un grupo de asociados para devolver los US$40 millones a Amerinvest y que salga de la propiedad. Esta empresa ha cobrado US$50 millones desde el año 2000, los que hubieran correspondido al JCP.
Se dice que su gestión dejó una situación de deuda complicada.
Se ha dicho que era una situación inmanejable. El JCP debía US$25 millones que habíamos generado, porque había que cambiar muchas cosas en el hipódromo. En esa época estábamos muy mal, pero esa situación de deuda la causó también Vainstein, porque él era el vicepresidente. Sin embargo, era una situación manejable que se podía solucionar, pero no con la venta de los terrenos.
¿Los socios están dispuestos a devolver esos US$40 millones?
Vea, yo tengo una oferta extraoficial de una firma importante para prestarnos ese monto. Si Amerinvest lo decide, podemos recomprar el terreno. Además, tengamos en cuenta que ellos ya han cobrado US$50 millones en estos años.
¿Los asociados del JCP tienen algún planteamiento para Centros Comerciales del Perú?
No tenemos nada que hablar con ellos. Nuestro problema es con Amerinvest, quien tiene que devolvernos la propiedad. Con Centros Comerciales tratamos en 1995, pero se allanaron a las cláusulas del contrato originado por Vainstein y su junta directiva.