En Estados Unidos los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades –CDC – informaron el miércoles que el brote de gripe porcina provocó la muerte de un niño de 23 meses en Texas, el primer deceso en el país por la epidemia.
La muerte fue confirmada por el doctor Richard Besser, director interino de los CDC en una entrevista y en la que no dio más detalles sobre el infante.
No se habían reportado casos fatales de gripe porcina en Estados Unidos, a diferencia de México, donde superan los 150, de los cuales sólo 20 se han atribuido fehacientemente al mal.
El funcionario había dicho la víspera que preveía muertes por la influenza porcina en Estados Unidos, donde por lo menos siete personas han sido hospitalizadas.
La mayoría de los casos confirmados estaban en la ciudad de New York, donde el comisionado de salud dijo que "cientos" de niños en edad escolar estaban enfermos "muy probablemente de gripe porcina".
A su vez, la secretaria de Seguridad Interna del país, Janet Napolitano, secundó la advertencia, al afirmar que casos más severos y algunas muertes son probables.
New York tiene el mayor número de casos de gripe porcina, en una escuela católica en Queens, muchos de ellos, son estudiantes que viajaron a México recientemente para sus vacaciones.
El comisionado de salud de la ciudad, Thomas Frieden, dijo que cientos de estudiantes de la preparatoria Saint Francis han desarrollado síntomas de la gripe porcina, aunque muchos no se han sometido a análisis para confirmar ello.
Las autoridades federales reconocen además tres hospitalizaciones en California y dos en Texas.
El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, declaró el estado de emergencia, aunque advirtió que "no hay necesidad de alarmarse".
El presidente Barack Obama envió una carta al Congreso en la que pidió 1.500 millones de dólares para acumular medicamentos y vigilar casos futuros.
