El proyecto para levantar en Chile la torre más alta de Sudamérica fue paralizado para afrontar la crisis que golpea al mundo, dejando sin trabajo a unos mil 800 obreros de construcción civil y luego de haberse invertido 300 millones de dólares en la truncada obra.
Esta torre estaba destinada a ser un símbolo y al mismo tiempo un hito arquitectónico y comercial de Chile, casi en vísperas que el vecino país cumpla 200 años de su independencia en el 2010, es decir el próximo año, significando un rudo golpe para los chilenos y una clara visión de los malos tiempos que se vienen.
Esta obra pertenece al Grupo Cencosud, el cual ya había anticipado en Octubre pasado la postergación de dos torres de oficinas que iban a representar una inversión del orden de los 300 millones de dólares, todo lo cual fue dejado de lado por el empresario de origen alemán Horst Paulmann, manifestando que el actual contexto económico no justificaba continuar hasta que sea superada “la incertidumbre económica”, actual.