En declaraciones posteriores a la prensa en el hangar de la Policía Federal en el aeropuerto capitalino, Flores Pereira dijo que el artefacto con el que amenazó hacer volar el avión «era una lata de Jumex (marca mexicana de jugos), que le puse unas lucecitas». Interrogado sobre sus motivos para secuestrar el avión, respondió que era para «anunciar que venía un terremoto como nunca ha habido antes en el mundo». El boliviano, que vive en México desde hace 17 años y a quien las autoridades describieron como drogadicto y alcohólico, tenía antecedentes penales en Bolivia. Una mujer identificada como Elizabeth Melgar y esposa de Flores Pereira, dijo en W Radio que ofrecía una disculpa por lo que había sucedido y calificó a su marido como «un hombre ejemplar» que ha dedicado sus últimos años a ayudar a drogadictos y alcohólicos. «Pido una disculpa de parte del pueblo de Dios, del pueblo evangélico», señaló la mujer. Refirió que la última vez que vio a su marido fue el jueves, cuando partió a Cancún, donde tenía una asociación religiosa.
Mary Pereira de Flores, la madre del detenido declaró en Bolivia a la televisora PAT, que «sabía que mi hijo sintió esa revelación hace un año. Sabía que iba a intentar hablar con el presidente de México pero no sobre lo que pasó». Dijo que habló con su hijo por última vez el sábado, después de que él había predicado en una cárcel. Indicó que la revelación que tuvo su hijo es que «en esta fecha… hay promesa para el pueblo de Dios y que va a haber retribución de todo lo que el enemigo ha saqueado… pero no todos creen en eso». «Yo creo que hay un significado. Pareciera una locura pero a veces Dios obra de esa manera», añadió la mujer. Flores Pereira era interrogado en la Procuraduría General de la República, que investiga los probables delitos de privación ilegal de la libertad, terrorismo y lo que resulte.
El presidente Felipe Calderón dijo a reporteros que fue notificado del secuestro cuando aún estaba en vuelo la aeronave. Felicitó a su gabinete de seguridad por el trabajo realizado. En internet, Josmar Flores Pereira, que se parece al hombre detenido por la policía aparece en videos cantando himnos a ritmo de música norteña mexicana y predicando. Algunas referencias lo señalan como un «evangelista internacional». En el sitio uncionmusic.com, distribuidor de música y libros cristianos con sede en Oakland, California, se comercializan 10 discos compactos y videos con canciones y testimonios de Josmar. Un distribuidor de esa firma, Saúl Bueno dijo a la AP que no conocen personalmente a Josmar y que sus discos los comercializan desde hace dos años, aunque reportan pocas ventas.
En los comentarios a un video de Josmar en Youtube, los usuarios daban por sentado que se trata de la misma persona. La Cancillería boliviana emitió un comunicado en que se dio por enterada de la captura y felicitó a las autoridades mexicanas por el desenlace del operativo. Un vocero de la embajada de Estados Unidos en México dijo a la AP que al menos 14 estadounidenses estaban en el avión. El hombre pidió sobrevolar el aeropuerto de la capital siete veces y hablar con el presidente. El funcionario federal dijo que al revisar el equipaje de la aeronave se descubrió que el boliviano portaba un falso artefacto explosivo. El avión partió antes del mediodía de Cancún y tras llegar a la capital mexicana, permaneció en una sección especial de la terminal aérea por más de una hora hasta que las autoridades controlaron la situación. Todos los pasajeros y tripulantes fueron evacuados a salvo.
El presunto secuestrador radicaba en el estado sureño de Oaxaca. Diversos pasajeros que se comunicaron a la cadena Televisa dijeron que supieron que estaban secuestrados hasta que el avión aterrizó en la ciudad de México y el piloto lo notificó por el altavoz. «Al momento de aterrizar nos pidieron que no nos levantáramos, que el avión estaba siendo secuestrado, que estaban negociando con la gente que secuestró el avión», dijo a Televisa una mujer identificada como Adriana Romero. Los pasajeros coincidieron en que un hombre que permaneció de pie durante el vuelo y que iba bien vestido, era el único presunto secuestrador al que vieron. Otro pasajero identificado como Daniel Hernández dijo a Televisa que el hombre traía una Biblia en la mano.