Luego de que culminara el plazo en que las cajas negras debían dar su señal de alerta para poder ser encontradas y en el contexto en el que 640 fragmentos del avión de Air France caído están cruzando el Atlántico en barco para llegar a Francia a mediados de julio, un sindicato de pilotos de Air France acusó a los organismos de seguridad aérea europea y francesa de «no haber prevenido el accidente del vuelo AF447», al ignorar las advertencias de la tripulación sobre los datos de los sensores de velocidad del aire -los llamados tubos Pitot- en los Airbus A330/340.
«Durante años las tripulaciones de aviones Airbus 330/340 reportaron casos de pérdida o variación de data de velocidad en condiciones metereológicas severas», escribió Gerard Arnoux, jefe del sindicato SPAF a las autoridades, por esto la SPAF escribió a la autoridad francesa de aviación (DGAC) y la Agencia de Seguridad de Aviación Europea (EASA) y las acusó de negligencia al haber ignorado una serie de incidentes sobre fallas en aquel instrumental.
Al respecto se dijo que «Medidas apropiadamente tomadas» de cualquiera de estas dos agencias hubieran ayudado a prevenir la secuencia de eventos que llevaron a una pérdida de control del aparato», que cayó entre Río y París, en el océano atlántico y donde perdieron la vida 228 personas.
El líder sindical de los pilotos argumentó que es responsabilidad de ambas agencias «forzar a la empresa Airbus a hacer los necesarios cambios» a los sensores defectuosos. La SPAF mencionó una presentación que hizo el sindicato a EASA en septiembre del 2007, como una prueba y demostración de que la agencia de control estaba al corriente que los tubos de Pitot de Airbus habían sufrido «una serie de significativos números de incidentes vinculados por estar cubiertos de hielo o bajo intensa lluvia». Solo el año pasado, los aviones de Airbus de Air France habían sufrido 9 incidentes en los sensores de velocidad del aire o tubos de Pitot, cubiertos de hielo.
Después de fuertes protestas de sus pilotos, Air France decidió el pasado 12 de junio mejorar los tubos de Pitot de los aviones transatlánticos. Pero ni la DGAC ni la EASA solicitaron a Airbus o a las otras aerolíneas reemplazar los sensores. Esta información conflictiva sobre la velocidad puede forzar al piloto automático en los aviones a no funcionar, al aparato desorientado a subir demasiado en el aire o a volar demasiado rápido, lo que puede causar un quiebre del avión en el aire.
El presidente del consejo de administración de Air France-KLM, Jean Cyrill Spinetta, considera el accidente un «fracaso» para la compañía. «Es una tragedia para nosotros y la comunidad», dijo.
Aeronoticias considera que según la Oficina de Investigaciones francesas, que analiza las causas de la caída del AF447, los tubos Pitot eran «un factor, pero no la causa» del accidente y detalló que el avión cayó al agua de panza a muy fuerte velocidad, por lo que será necesario que se confronten las partes ahora en discordancia para resolver quien tiene razón en un hecho donde una clara cadena de errores conllevaron a que este trágico suceso tenga lugar.