Retardo en bebés se puede prevenir con diagnóstico precoz de enfermedad tiroidea

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(Aeronoticias).-En declaraciones a una emisora local, la doctora Gloria Larrabure, miembro de la Sociedad Peruana de Endocrinología y médico del Instituto Materno Perinatal (ExMaternidad), manifestó que las mujeres que durante el embarazo presentan algún trastorno tiroideo (hipotiroidismo o hipertiroidismo) y no reciben tratamiento alguno, tienen alto riesgo de sufrir aborto, parto prematuro y preclampsia, en especial tener un bebé con deterioro mental o bajo coeficiente intelectual.

La especialista agregó que cuando el hipotiroidismo y el hipertiroidismo son tratados y controlados por el médico desde inicios del embarazo, es posible evitar que estos trastornos provoquen serios problemas de salud en la madre y el bebé que está por nacer.

Cabe precisar que el hipotiroidismo materno, que consiste en la falta de hormonas tiroideas, no tratado puede originar en el bebé retardo mental o un bajo coeficiente intelectual por el daño que se produce en su sistema nervioso central al no recibir de la madre, en el primer trimestre del embarazo, la cantidad suficiente de hormonas tiroideas que requiere para su adecuada formación y desarrollo.

Explicó que el bebé también puede nacer con hipotiroidismo, pero los signos de alerta como la ictericia o el color amarillento de la piel, aparecen semanas después del nacimiento. Si el tratamiento no se instaura dentro de los dos o tres meses de nacido, habrá daño irreversible del sistema nervioso central.

Mientras el hipertiroidismo materno o exceso de hormonas tiroideas no tratado puede relacionarse a abortos, retardo del crecimiento intrauterino (bebés muy pequeños o partos prematuros).

En mujeres hipotiroideas o hipertiroideas el recién nacido puede tener un hipertiroidismo que suele ser transitorio, pero en casos severos pueden causar insuficiencia cardíaca.

En las madres el hipotiroidismo provoca alteraciones como cansancio, piel seca, caída del cabello, cabello sin brillo o quebradizo, estreñimiento, bajo rendimiento intelectual, sueño excesivo, mucho frío y aumento de peso, también puede asociarse a hipertensión arterial, preclampsia, y desprendimiento prematuro de la placenta y aborto.

El hipertiroidismo, por su parte ocasiona en la gestante pérdida de peso, aumento de la frecuencia cardíaca, sensación de debilidad, ansiedad, sudoración excesiva, hipertensión , aborto y parto prematuro.

Las gestantes con más riesgo de padecer un trastorno tiroideo son aquellas con ensanchamiento del cuello (bocio), enfermedad autoinmune (asma bronquial, diabetes tipo 1, vitíligo, anemia perniciosa, etc), abortos a repetición y antecedentes de familiares con alguna enfermedad tiroidea.

En nuestro país entre el 3 y 5% de las gestantes presenta algún trastorno tiroideo durante el embarazo y en la mayoría de casos no hay signos de alerta, por lo que hay que tener cuidado, porque la única manifestación que se da a veces es el aumento de peso o un ligero ensanchamiento del cuello.

En vista de ello, recomendó a todas las gestantes hacerse un dosaje de hormonas tiroideas o análisis de sangre en el primer trimestre del embarazo para descartar algún problema de tiroides, pero si hay antecedentes familiares debe hacerlo antes del embarazo.

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