La gran inestabilidad financiera producida en EE.UU. afecta de manera inevitable a todas las economías de los países en desarrollo y el Perú no es una excepción, más aún cuando nuestro Poder Ejecutivo se encuentra en la peor crisis desde el inicio del Gobierno Aprista, pese al reciente cambio de Gabinete. Siendo por ello, imposible dejar de tener en consideración la caída notable en el precio de los metales que exportamos, la que lamentablemente coincide con fuga de capitales.
Sin embargo, El Poder Ejecutivo tiene la gran responsabilidad de revertir esta situación y para ello es de suma importancia el factor de credibilidad que tiene que recuperar el Gobierno; ya que si bien es cierto, el Perú no es una isla económica, pero se tiene que reconocer que el factor credibilidad repercute directamente en nuestra situación económica financiera y sólo es posible alcanzar mejores metas con proyectos económicos – sociales que aminoren los efectos de la crisis económica mundial.
La crisis no es solo económica, financiera, sino es una crisis moral, que afecta la credibilidad e incentiva fuga de Capitales por parte de empresarios nacionales y extranjeros, por no encontrar una estabilidad económica y jurídica para los empresarios en general.