Sobre el caso ‘Niña Jimenita’

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(Aeronoticias).- El Programa Entérate con Lesly, hace extensivo  sus condolencias a la familia de la niña Jimena, a sus vecinos y una abrazo solidario de paz y bien. Nos comprometemos como Programa  a exigir la valoración de un sentido de justicia que comprometa los intereses de la Nación. Sentimos profundamente lo sucedido y entendemos que a traviesan por una perdida irreversible y  un dolor que trastoca su propia esencia como seres humanos.

El Perú  ha sido testigo una vez más de este conmovedor caso de la niña Jimenita de 11 años de edad quien de seguro habría sido un futuro prometedor para el  país y no lo podrá ser jamás porque su vida le fue arrebatada por un “ente” cuya mente degradante, enfermiza y asesina cobró  una de sus víctimas con una exacerbación, ensañamiento,  crueldad y menosprecio por la vida y los seres humanos. Por eso, fui clara al decir, que era un “ente”- cosa rara- extraña- anormal; porque ese tipo de conductas no calza con nuestra condición de seres humanos.

Doloroso, pero cierto, el caso  de Jimenita sumado a otros casos que hemos podido apreciar con verdadero terror, nos conduce a aceptar en primer lugar la “degradación de la humanidad” y no solo aplicable a casos nacionales sino a muchas otras situaciones en el mundo porque nos seguimos preguntándonos desde la segunda guerra mundial ¿Por qué? Buscamos una respuesta y no la encontramos.

Si se quiere mirar desde una perspectiva religiosa, se habla de los anticristos, el anticristo lo tenemos junto a nosotros, pasa por nuestro lado e incluso duerme con nosotros, pues si vamos a esperar a otro  “Hitler” para catalogarlo en palabras de Nostradamus como el “tercer anticristo”,  pues no es necesario, porque el anticristo  está en el mundo y no nos hemos dado cuenta que llegó, camina entre nosotros y hace lo que tiene que hacer “destruir una creación” que somos nosotros la humanidad.

Esto nos da la certeza de que somos una sociedad  enferma y violenta, debemos hacer algo de inmediato, primero un diagnostico como sociedad y los perfiles de los agresores que son insumos para esbozar una POLITICA PUBLICA EN SALUD MENTAL. Pues vivimos un estrés caótico en todos los ámbitos, las preocupaciones del diario vivir, la violencia, las agresiones,  el trafico, la corrupción, coloca a la Nación en un estado emocional muy vulnerable.

Casos como el de Jimenita e incluso bebés con apenas meses de vida ya son violados incluso por sus propios progenitores, los casos de feminicidio, las agresiones físicas hasta el punto de dejarlas  inconscientes, demuestran que hay una violencia sistemática en el Perú  y en América Latina contra la mujer en todos sus roles (niña, adolescente, mujer, profesional, madre, esposa, pareja, conviviente, líder en otros), una agresión con ensañamiento, crueldad, menosprecio por nuestra condición de mujer  y  sin duda por nuestra presencia en este mundo.

En la segunda guerra mundial fueron principalmente los judíos, alemanes casados con judíos, gitanos, homosexuales, opositores contra el régimen, quienes fueron víctimas de crímenes con gran crueldad, simplemente porque una mente desquiciada como la de Adolfo Hitler que decía que esta raza  y condición no merecerían vivir y se les trató con total menosprecio por la vida.

En los contextos actuales, el turno es el de la mujer principalmente por el simple hecho de serlo ¿No merecemos vivir? ¿A caso nos merecemos ser violadas, estranguladas, agredidas, insultadas, calcinadas? Me pregunto ¿Qué le hemos hecho a los hombres y a la humanidad  para ser tratadas con semejante crueldad y menos precio?

Casos estos que se reportan a diario, nos hace pensar en la posibilidad de restaurar LA APLICACIÓN DE PENA MUERTE casos muy graves como estos, pues ver el dolor de una madre que recoge a su hija calcinada, a una bebé violada, a una mujeres  golpeadas hasta el punto de dejarlas inconscientes y desfiguradas y al no encontrar un sentido de justicia que represente los intereses de la Nación, es legitimo que  una sociedad golpeada y aterrorizada por estos hechos reclame con todo derecho y valgas verdades, la aplicación de la pena de muerte. No les podemos quitar el derecho a que lo piensen y a que lo sientan.

Situaciones como ésta colocan a la sociedad en un estado emocional muy delicado, al punto de querer hacer  justicia por nuestras manos, al no tener una respuesta inmediata del ¿Por  qué de las cosas? No solo es importante  verificar las etapas del procesamiento de las denuncias, cuyos estadios debe darse con  decisiones firmes a efectos de evitar la impunidad, sino  el otro aspecto que recae en la búsqueda de respuesta  frente a tanta violencia en el país.

Estos hechos merecen no solo el repudio colectivo de toda la Nación sino el sentido de justicia que nos represente a todos y que en esa proporcionalidad y legalidad de las conductas punitivas, se vea expresado  “el merececimiento que les corresponde a cada quien por la deliberación de sus actos”. Este sentido, está ausente en nuestra sociedad, por varias razones, desde la complicidad con los propios policías en las comisarías hasta la falta de criterio  y razonabilidad en los operadores de la justicia (Ministerio Publico y Poder Judicial).

La justicia en este país es el derecho más vulnerado, porque el sentido de la justicia que represente a la Nación está AUSENTE.  He ahí el otro anticristo, porque al no existir ese sentido de justicia real y verdadera, quedamos en completo desamparo de nuestros derechos y libertades y somos presa fácil del  anticristo mayor  el DESTRUCTOR DE LA HUMANIDAD. Una complicidad perfecta para destruirnos.

La aplicación de la pena de muerte no es viable en nuestra sociedad sencillamente porque desde que el Estado peruano ratificó  la Convención sobre  Derechos Humanos o llamado también Pacto de San José de Costa Rica, el Perú se comprometió a la observación de todas la disposiciones del Tratado en mención  y muy en especial del artículo 4 de dicho instrumento internacional, que prohíbe la restitución de la pena de muerte.

Para que la aplicación de la  pena de  muerte sea viable, se tiene que reformar la  Constitución  y denunciar al Tratado y con ello salirnos del Sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos. Así como se ha tomado la decisión  controversial de indultar a un condenado por delitos de lesa humanidad, me pregunto ¿El Presidente de la Republica tendrá el valor de denunciar el Pacto de San José de Rica para la aplicación de la pena de muerte?

La aplicación de la pena de muerte en nuestro país, nos conduce a dos escenarios puntuales: primero ¿Tenemos un poder judicial garante? La respuesta es NO, si hay una ausencia de justicia, dejamos abierta pero muy abierta el pase a errores judiciales irreversibles, es decir, MATAR POR ERROR.  Y  el segundo escenario: ¿La pena de muerte nos puede generar mayor  violencia de la que ya se vive?

La pena de muerte es un tipo de pena y el más grave que se impone tras una sentencia judicial firme, consentida y ejecutoriada; fuera de ello, quedamos en el terreno de las ejecuciones extrajudiciales y nos convertiríamos en asesinos no siéndolo y convirtiéndonos  tan igual o peor que el propio anticristo “El destructor de la humanidad. La mujer es esencia misma de la humanidad.

El Programa Entérate con Lesly, hace una llamamiento a la cordura, a la prudencia en todo sentido, ciudadanía nadie nos puede arrebatar el derecho de repudiar colectivamente hechos como estos y a la exigencia de una justicia con sentido y representación de los intereses de la Nación.

La aplicación de la pena de muerte en nuestro país depende de una decisión política pero también de la legalidad de actos. Somos una sociedad organizada y reglada por el derecho y ello no lo podemos desconocer. También estos hechos comportan desafíos o retos para el derecho.

No cedamos  a los actos de seducción de los propios anticristos que camina entre nosotros como es la justicia por nuestras manos, el odio, la venganza, la destrucción, la violencia, la agresión, la histeria colectiva, el  fanatismo, entre otras conductas desordenadas que no hacen a más que colocarnos en una perfecta  vulneración como personas.

El Programa  Entérate con Lesly, hace un llamamiento al PRESIDENTE DE LA REPUBLICA, AL PRESIDENTE DEL PODER JUDICIAL, AL PRESIDENTE DEL CONGRESO DE LA REPUBLICA, A SUS MINISTROS EN ESPECIAL AL MINISTRO DE JUSYICIA y DERECHOS HUMANOS y a la CANCILLER a dar una explicación a la NACIÓN  sobre los pro y los contra de  la APLICACIÓN DE LA  PENA DE MUERTE en el PERÚ y  las GARANTÍAS DE UNA CORRECTA ADMINSTRACION DE JUSTICIA. “un mensaje a la nación”

La ciudanía quiere ver un comportamiento de Estado, dejando de lado sus diferencias políticas e ideologías. Esta es la oportunidad que tiene  usted Señor Presidente para dirigirse a la Nación y expresar una decisión firme de las exigencias que se reclama.

Hagan un alto a sus actos protocolares del día, el sufrimiento emocional de la Nación que  usted representa está primero. La  NACIÓN LO ESPERA.

El Programa Entérate con Lesly es un formato de entrevistas, información, difusión y promoción de valores democráticos, de derechos y deberes ciudadanos, conducido por la Abog. Lesly Llatas Ramírez  y transmitido a través del rede social del Facebook Nuevo Sol TV  del  Diario Nuevo Sol.

Lesly Llatas

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