«Celebramos un momento extraordinario para nuestra nación y celebramos el impacto que Sotomayor ya ha tenido en personas de todo Estados Unidos inspiradas por su excepcional vida», sostuvo el presidente norteamericano, que subrayó que el nombramiento de la jueza constituye «otro paso hacia una unión más perfecta que todos buscamos».Y es que, el presidente norteamericano Barack Obama encabezó la ceremonia en honor de Sonia Sotomayor, quien juró en su cargo el sábado pasado, y le dijo que es una encarnación del sueño americano que «inspira» a toda la nación. Participaron del festejo la primera dama, Michelle Obama, familiares y amigos de la magistrada y líderes de la comunidad hispana.
Al recordar los humildes orígenes de la jueza, nacida hace 55 años en el popular barrio neoyorquino del Bronx e hija de inmigrantes puertorriqueños, Obama afirmó que su vida es un «símbolo» de que «perdura la fe en el sueño americano. La magistrada, en tanto, que ingresó en la sala de la Casa Blanca acompañada de Obama y en medio de una ovación que se prolongó durante toda la ceremonia, se manifestó profundamente emocionada por una «oportunidad extraordinaria» que, afirmó, «nunca podría haber sido posible sin las oportunidades que me dio este país».
Sotomayor opinó luego que la Constitución estadounidense «une a gente de todas las razas, credos y trasfondos de todo el país que llevan sus palabras y valores en el corazón». Durante su proceso de confirmación, Sotomayor enfrentó el duro escrutinio de los sectores conservadores, que entre otros temas, la habían acusado de «racista» por haber afirmado que su condición de mujer y latina eventualmente podrían llevarla a tomar una mejor decisión judicial que un colega del sexo opuesto y no miembro de una minoría racial.
«Esto es lo que necesita nuestro sistema de justicia y es la base de la fe del pueblo norteamericano en el imperio de la ley, y por eso me apasiona tanto la ley», sostuvo Sotomayor, que pidió «guía divina y sabiduría» para cumplir su nueva función.