Una investigación basada en las estimaciones personales de más de 14.700 empleados de la compañía nacional de gas y electricidad de Francia permitió detectar que la salud de los que se retiraron en torno a los 55 años mejoró.
Los expertos explican que la salud de más de 10.000 personas que dejaron de trabajar en torno a los 55 años mejoró marcadamente. Tanto es así, que se estima que rejuvenecieron en torno a una década.
La citada investigación, recogida por «The Lancet», se basó en las estimaciones personales de más de 14.700 empleados de la compañía nacional de gas y electricidad de Francia (Electricité de France-Gaz de France); un 79% eran hombres. Con una periodicidad anual, los participantes rellenaron distintos cuestionarios en los que valoraron su salud durante un periodo de 15 años (siete antes de retirarse y siete después de la jubilación).
Según el diario El Mundo, los investigadores, procedentes de distintos centros europeos (como la Universidad de Estocolmo o Londres) y liderados por Hugo Westerlund, detectaron que la salud de los que se retiraron en torno a los 55 años mejoró marcadamente. «Entre el año anterior a la jubilación y el posterior, la prevalencia de una salud inadecuada cayó de un 19,2% a un 14,3%, lo que supuso una ganancia de unos ocho o 10 años de salud», indican.
Este ’rejuvenecimiento’ se detectó tanto en hombres como en mujeres y su efecto se mantuvo hasta siete años. Tan sólo un 2% de la muestra no experimentó este efecto protector de la jubilación; se trató principalmente de «sujetos con un alto cargo, baja demanda y alta satisfacción en el trabajo».
Durante los tres años anteriores a retirarse -un 72% lo hizo antes de los 56-, un 11% sufrió depresión, un 29% presentó dolores musculoesqueléticos y un 32% faltó más de 21 días por enfermedad. Estos factores mejoraron en la mayoría de los que se jubilaron pronto y que no estaban satisfechos en su trabajo.