Según las primeras informaciones provenientes de Quito, los Cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) acordaron aplazar el debate sobre las bases colombianas a una próxima cita de ministros de Exteriores y Defensa, de modo que el asunto no figurará en la Declaración de Quito que será ratificada mañana en la cumbre de presidentes.
No obstante, el canciller ecuatoriano no descartó que mañana los presidentes de la Unasur «puedan abrir un diálogo» sobre este tema. Fernández y Falconí no quisieron hablar de falta de acuerdo en la reunión e insistieron en que «Unasur opera por consenso» y en que sobre el caso colombiano se ha decidido crear «un mecanismo de tratamiento».
La propuesta de resolución presentada por Bolivia señala que Unasur cuenta «con los instrumentos necesarios para poder hacer frente a amenazas internas como el narcotráfico, el terrorismo y la acción ilegal de grupos armados sin tener que recurrir a Fuerzas Armadas extranjeras». Por este motivo, plantea declarar la «preocupación y rechazo» a la instalación de bases militares extranjeras en la región.
Colombia y Estados Unidos negocian un acuerdo militar para que la potencia norteamericana pueda utilizar hasta siete bases militares del país suramericano, lo que ha provocado un rechazo frontal en los gobiernos de Bolivia, Venezuela y Ecuador. El presidente colombiano, Alvaro Uribe, realizó esta semana una gira por Perú, Chile, Brasil, Argentina, Bolivia y Paraguay para explicar a los mandatarios de esos países este convenio.
Unasur celebrará mañana en Quito su III Cumbre de Jefes de Estado, donde Chile traspasará a Ecuador la presidencia pro témpore del organismo.