(Aeronoticias).- El ciudadano Carlos Sánchez Coello presentó al Colegio de Abogados de Lima en el 2008 una queja contra el abogado Víctor Octavio Girao Alatrista sosteniendo que este letrado se le presentó en 1998 como abogado y le hizo firmar un poder y contrato para representarlo ante la compañía Bell de los Estados Unidos en relación a un accidente de un helicóptero de la compañía Hélica del Perú en nuestro país.
Lo grave es que en 1998 el entonces estudiante de derecho de la Universidad San Martín Víctor Octavio Girao Alatrista sin tener “título profesional, ni colegiatura en el ilustre Colegio de Abogados de Lima que lo respalde” fundó un supuesto estudio jurídico llamado “Bufete Yon & Girao” sin embargo ni Yon ni Girao eran abogados por lo que estaríamos ante un claro indicio de ejercicio ilegal de la abogacía.
El ciudadano afectado manifestó que el entonces “tinterillo” Víctor Octavio Girao Alatrista a través del Estudio Jurídico Moore, Landrey, LLP consiguió una indemnización de 67,500 dólares americanos a favor de Carlos Sánchez Coello de la que solo le entregaron 8 mil dólares.
A la fecha la Juez Sonia Pacora Portella del 2do. Juzgado Penal de Lima está a punto de sentenciar penalmente a Víctor Octavio Girao Alatrista por haberse supuestamente apropiado de una indemnización de otro de los ocupantes de este helicóptero, en este caso Pablo Castillo Bardales quien le refirió también a Aeronoticias que en 1998 el entonces estudiante de derecho Víctor Octavio Girao Alatrista se le presentó a su domicilio con un carnet del Colegio de Abogados de Lima supuestamente emitido por su decano Vladimir Paz de la Barra en el que se identificó como abogado y le hizo dar un poder por escritura pública para litigar, es decir el ciudadano loretano le otorgó un poder para litigar a un tinterillo, no a un abogado en esa fecha y luego de varios años se quedó con toda la indemnización en un caso que tendría que resolverse los próximos días.
Los dos agraviados Carlos Sánchez Coello y Pablo Castillo Bardales están solicitando al Tribunal de Honor del Colegio de Abogados de Lima que preside Fernando Vidal Ramirez, e integran Felipe Osterling Parodi, Martín Belaunde Moreyra y Jorge Avendaño Valdez que tengan en cuenta estos antecedentes en el momento de resolver la expulsión de Víctor Octavio Girao Alatrista por haber supuestamente aconsejado esconder el cadáver de Juliana Villacorta García en un caso que ha merecido sentencia en el Cuarto Sala Penal de Reos en Cárcel.
Aeronoticias considera que el Consejo de Ética del Colegio de Abogados de Lima tiene que merituar los casos en donde los estudiantes de derecho fundan estudios jurídicos, se hacen nombrar gerentes, ejercen indebidamente la profesión de abogados, se hacen dar poderes para litigar y engañan a los incautos clientes y luego cuando varios años después se incorporan al Colegio de Abogados de Lima como si nada hubiera pasado, lo que realmente es vergonzoso.
Publicamos los contratos de servicios profesionales del supuesto bufete Yon y Girao firmado por el entonces tinterillo Víctor Octavio Girao Alatrista en el año 1998, fecha en la que no era abogado, pero fungía como tal y copia del poder que por escritura pública recibió para litigar siendo un simple estudiante de derecho, lo que no debe ser pasado por alto por el Tribunal de Honor y por el Consejo de Ética del Colegio de Abogados de Lima en la próxima sanción a expedirse contra el referido profesional.
