(Aeronoticias).- La lucha de la estudiante norteamericana Aimee Copeland para sobrevivir al ataque de una bacteria conocida como aeromonas hydrophila es una de las tantas cifras que se suman a la víctima de este organismo. Hasta ahora, Copeland sufre la amenaza de perder sus dedos, ya que se le amputó la pierna y parte de su abdomen para evitar la propagación del mal.
La aeromonas hydrophila se encuentra en muchos ambientes de agua potable, según la Dirección de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos. En el mejor de los casos, cuando los nadadores tragan la bacteria, originan vómitos y diarrea. De acuerdo a la respuesta inmunológica de la persona, si sus defensas son bajas puede agravarse hasta llegar al estado de Aimee.Sin embargo, cuando esta bacteria Gram negativa ingresa a una herida abierta, el diagnóstico a tiempo se complica porque la bacteria no manifiesta en la superficie de la piel el daño efectuado, explica el médico William Schaffner, presidente de la Fundación Nacional para Enfermedades Infecciosas en Estados Unidos.