En lo que va del verano, 587 bañistas fueron rescatados en las playas de Lima y Callao por la Unidad de Salvamento Acuático de la Policía Nacional, que recomendó a los veraneantes ser prudentes al momento de ingresar al mar y seguir las indicaciones de los rescatistas. Herbert Ramos, jefe de dicha unidad policial, señaló que el comportamiento anómalo del mar y las fuertes corrientes registradas en las últimas semanas han contribuido a incrementar la cifra de intervenciones mar adentro, habiéndose reportado a la fecha una sola víctima mortal.
“El volumen del mar ha aumentado por los problemas climatológicos que se han registrado. Eso ha traído como consecuencia que se presenten más casos de emergencia en el mar. Pese a ver que el mar está ‘echado’, se debe considerar que hay corrientes bajas fuertes”, advirtió. Agregó que algunos bañistas continúan ingresando al mar, pese a haber ingerido bebidas alcohólicas; mientras que otros lo hacen cuando la playa cuenta con bandera roja, en señal de advertencia respecto a la bravura del océano y al peligro de las olas y de las corrientes.
Entre otros factores que motivaron la intervención de los socorristas figuran la inexperiencia y la imprudencia de algunos bañistas temerarios, así como ignorar las recomendaciones que brinda el personal especializado en los diferentes balnearios de la capital y el primer puerto. “La gran afluencia de público tampoco permite tener una cobertura total de las playas, por eso las recomendaciones son no alejarse de la orilla, nadar siempre en forma paralela al litoral, no ingresar al mar después de haber ingerido alimentos ni bebidas alcohólicas”, apuntó Ramos.
El jefe de la Policía Acuática recordó que en las últimas semanas se han registrado oleajes anómalos en el litoral del distrito de Ventanilla, con olas pronunciadas que alcanzan alturas de hasta seis metros, lo que incluso ha generado que el mar “gane bastante terreno de playa”. En el norte de Lima y el Callao, añadió, el oleaje es moderado, pero la corriente ha ido en aumento, mientras que en el sur hay un “pronunciamiento fuerte” del mar, como en la playa Santa María, cuya corriente de arrastre se elevó de 40 a 300 metros en los últimos días.
“El ingreso al mar es peligroso porque las corrientes están más pronunciadas. Aparentemente no hay olas grandes, pero la corriente va ganando terreno. Otra recomendación es ingresar al mar sólo para refrescarse y no para nadar. Cada playa tiene sus propias características”, acotó.
