Después de cuatro años de cautiverio en Guantánamo, salió ayer el (ahora ex) prisionero etiope-británic, convirtiéndose así en el primer liberado en la era Obama.
Volvió a acusar a los servicios de inteligencia británicos de presuntas torturas.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores Británico, David Miliband, señaló que la salida de Binyam Mohamed, de 30 años, es el primer paso para la cláusura total de Guantánamo.
“Más con tristeza que con rabia, tengo que decir que muchos se han hecho cómplices de mis padecimientos en los últimos siete años. No quiero venganza, sólo quiero que se conozca la verdad para que nadie tenga que soportar lo mismo que yo”, reafirmó Mohamed, mientras su abogado Clive Stafford Smith pedía su liberación inmediata tras los interrogatorios después de su llegada al aeropuerto militar Northolt, en Londres.
Luego de ser detenido en 2002, por ser sospechoso de terrorista, fue torturado en Marruecos, Pakistán y Afganistán, según denunció, hasta que se autoinculpó.
Fue considerado culpable de formarse en un campo de entrenamiento de Al Qaeda en Afganistán en el 2001, con el objetivo de perpetrar atentados terroristas en EE.UU. Fue trasladado al centro de internamiento de la base militar norteamericana de Guantánamo en el 2004, y se encontraba en huelga de hambre desde enero de este año.
El 2008 fueron desestimadas las acusaciones en su contra y la semana pasada Londres y Washington acordaron su liberación. Previamente, sus acusaciones desencadenaron una disputa jurídica, porque su abogado gestionó la publicación de documentos secretos de los que se desprendería la participación de la inteligencia británica en prácticas de tortura contra Mohamed.
