Según informó un medio local, Eva dijo que escuchó el nombre de Trujillo Ospina cuando salió en la prensa que su ADN coincidía con los restos de sangre encontrados en el dormitorio de su madre.
La joven negó que su viaje a Argentina, junto a Liliana Castro, fuera para pagar los servicios o el silencio del sicario Trujillo.
Además insistió que no tenía motivos para asesinar a su madre y dijo, pese a las desavenencias que pudieron tener la adoraba. «Ella era mi madre, no la podría dañar» afirmó.
Bracamonte respondió el interrogatorio de la jueza por más de siete horas, en el marco de las investigaciones judiciales que se realizan para determinar quienes son los autores intelectuales del asesinato de Fefer.
La Fiscalía acusa a Bracamonte y a Liliano Castro Mannarelli de ser las autores intelectuales de este hecho al decidir y pagar por el asesinato de su madre.
Eva indicó sobre su relación con Liliana Castro, que Liliana tampoco sería capaz de haber planificado y menos ejecutado un crimen tan atroz.