(Aeronoticias).- Tras la creación del Holding International Airlines Group -que mantiene a Iberia, British Airways y sus filiales-, la primera medida de la tercera firma más grande de Europa ha sido una palabra: reingeniería. Podar y podar para que la empresa salga a flote de sus deudas. Y aunque a los trabajadores de Iberia no les haya hecho mucha gracia -cuatro jornadas de huelga repartidas entre febrero y marzo, en total quince días, para evitar despidos masivos y recortes en sus salarios-, el holding no cederá.
Fuentes cercanas a las negociaciones dentro de la gran firma informaron que, al igual que IAG se negará a reconocer acuerdos que violen esta reingeniería, vetarán tratos que impidan hacerse de Vueling, filial de Iberia. Apreciada por IAG, la compra de Vueling es de sumo interés por el holding. Sin embargo, la oferta lanzada para la compra no parece ser de la expectativa debido al bajo coste que ofrecen por las acciones, no obstante el alto desempeño de la aerolínea española durante el 2012.
Por último, IAG maquina el desarrollo «sin restricciones» de la filial ibérica Express.
Con información de Europa Press.
