Inaugurada la ampliación del aeropuerto de Bogotá que eleva su capacidad a 40 millones de pasajeros por año

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(Aeronoticias) Hasta este miércoles en la noche, el Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá podía movilizar a 35 millones de usuarios al año. Desde hoy, gracias a una ampliación de 48.000 metros cuadrados en los muelles nacional e internacional, la principal terminal aérea de Colombia tendrá la capacidad de conectar a 40 millones de pasajeros anuales, equivalentes al 80 % del tráfico aéreo de todo el país.

El proceso de ampliación, realizado por Odinsa -filial del grupo Argos- a través de su concesionario Opaín, duró más de dos años en construcción y contó con una inversión de $420.000 millones. El propósito de la obra, según Mauricio Ossa, presidente de Odinsa, es consolidar a El Dorado como una de las terminales aéreas más modernas de América Latina.

“Nos enorgullece presentar a los colombianos y al mundo un aeropuerto a la vanguardia, que ofrece las mejores experiencias a los 100.000 usuarios que a diario transitan por él. Su amplio portafolio de servicios permite que los extranjeros vean una Colombia competitiva y en constante crecimiento”, aseguró Ossa.

Vale la pena recordar que El Dorado es reconocido como el tercer aeropuerto de Latinoamérica en número de pasajeros, el segundo en conectividad doméstica y el quinto en conectividad internacional. Con la ampliación, que fue inaugurada por el presidente Juan Manuel Santos, se espera que el aeropuerto mejore en estas calificaciones.

De acuerdo con los datos de Odinsa, la terminal aérea tiene ahora un área total de 1.000 hectáreas, seis salas VIP, 90 posiciones de contacto para aeronaves de pasajeros, 28 aerolíneas internacionales, la capacidad de movilizar más de 700.000 toneladas de carga por año y 8.200 maletas por hora.

Otro de los puntos claves de la obra fue la adición de seis nuevos puentes de abordaje y más de 25.000 metros cuadrados en áreas comerciales, que permitirán el ingreso de 30 marcas reconocidas a nivel internacional como Dufry Duty Free’s Hudson, Tech on the go, The Market Place, Gaira Café, Attenza Duty Free, Archie’s, la Plaza de Andrés, Wing Paris Croissant, Papa Johns, Inkanta, Monthblanc y Dufry Duty Paid.

La obra también incluyó 125 cámaras de seguridad, 427 detectores de humo, 16 kilómetros de tuberías hidrosanitarias, 2.100 luminarias y 1.107 sillas adicionales, casi la capacidad del teatro Julio Mario Santo Domingo.

Juan Martín Caicedo, presidente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura, añade que “las obras de expansión del aeropuerto El Dorado son la demostración fehaciente de que el sector de la infraestructura es hoy el principal motor de la economía del país”. De la misma manera, ratifican las bondades del modelo concesionado, el cual ha permitido desarrollar en los últimos años terminales aéreas mucho más competitivas, eficientes y modernas. La entrega de estas obras en Bogotá, sin duda, se constituye en paso fundamental para hacer de la capital del país el principal ‘hub’ de Latinoamérica en el mediano plazo.

En este momento el aeropuerto cuenta con una calificación de cuatro estrellas y es reconocido como el mejor de Suramérica, según Skytrax; es el número uno en movimiento de carga en la región y el primer aeropuerto en el país en recibir la acreditación de Huella de Carbono por parte del Consejo Internacional de Aeropuertos para América Latina y el Caribe.

Sin embargo, aunque la expansión de El Dorado siempre es una buena noticia para los usuarios y las aerolíneas, esta obra es apenas la primera fase de las cuatro que estaban contempladas en el proyecto de ampliación de la terminal aérea. De acuerdo con la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), las otras tres fases restantes aún no están ni siquiera en proceso de licitación.

Esta situación preocupa a María Lara, directora de asuntos corporativos de Latam Airlines, quien reconoce que las obras entregadas son muy positivas porque ayudan a descongestionar el aeropuerto, pero advierte que aún no hay claridad sobre cómo seguirá la expansión de El Dorado y esto podría afectar la forma en que las aerolíneas planean su negocio, pero también impactaría directamente al pasajero. “El aeropuerto es muy competitivo en sus costos, pero su competitividad baja cuando se debe tener un vuelo esperando 45 minutos en pista para poder despegar por congestión”.

Por su parte, César Ruiz, profesor del departamento de ingeniería civil de la Universidad Nacional y experto en temas de transporte, insiste en la necesidad de pensar en lo que se ha dado en llamar El Dorado 2, que sería un nuevo aeropuerto ubicado a las afueras de Bogotá. “Las proyecciones con las que se adelantó la modernización del aeropuerto actual se cumplieron entre 2010 y 2011, cuando su plazo era 2021. Esto lo que nos dice es que el mercado ha ido creciendo muy rápido y que las labores de expansión y optimización de la terminal tienen un límite”.

En los planes de actualización de El Dorado, que se adelantaron entre 2014 y 2015, quedó estipulado que para 2017, en efecto, se debían hacer obras de expansión en el aeropuerto. Pero la capacidad de la terminal quedaría copada para 2021 por la sencilla razón de que no hay cómo hacer una pista y terminal nuevas para manejar la creciente demanda.

“El tiempo es apremiante. La tarea se ha hecho bien en optimizar la operación en aire, pero es necesaria pensar en El Dorado 2 porque, en últimas, el tráfico aéreo nacional sigue siendo muy dependiente de Bogotá”, opina Ruiz.

Fuente: http://aviacionaldia.com/2017/12/inaugurada-la-ampliacion-del-aeropuerto-de-bogota-que-eleva-su-capacidad-a-40-millones-de-pasajeros-por-ano.html

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