La almendra, un sanador, alimento bíblico

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(Aeronoticias).- Durante el éxodo los israelitas se desanimaban a menudo y cuestionaban la autoridad de Aaron, hermano de Moisés.  Fue entonces que Moisés oró y Dios le pidió que cada familia trajera una vara con el nombre de jefe de familia y fueran presentadas en el tabernáculo. Al día siguiente de la vara de Aaron había germinado, florecía y tenía almendras maduras.

La palabra almendra en hebreo significa “regalo de Dios”. Este milagro aún se puede reproducir ya que de la punta de una rama de almendro se coloca agua o se envuelve en un paño mojado producirá flores de la noche a la mañana. El almendro es el primer árbol en florecer en tierra Santa y es el primer signo de primavera. Es utilizado en las sinagogas judías durante sus festividades. Las almendras reducen el colesterol debido a su grasa monoinsaturada que es un efectivo protector cardiovascular. La almendra amarga contiene un glucósido llamado amigdalina el cual se ha usado en las quimioterapias desde 1845. Su otro nombre es laetrile.  El laetrile según las investigaciones descarga ácido cianhídrico que destruía las células cancerosas dejando intactas las células sanas. A pesar de la controversia actual, existe un ejemplo muy claro. La ciudad de Hunza en Pakistán es un lugar libre de cáncer siendo las almendras parte importante de las dietas de sus pobladores.

Las almendras tienen también concentraciones elevadas de magnesio, ampliamente comprobado por su efecto antitumoral y por formar parte de la elaboración química del laetrile, conocido químicamente como nitriloside.

La leche de almendra es excelente para la indigestión y dolores estomacales. Es  eficaz en el tratamiento de cálculos renales y trastornos biliares.

Una manera muy nutritiva de aprovechar las almendras es comerla combinándola en una ensalada con rodajas de toronja,  dátiles picados y pimiento verde. La toronja puede ser sustituida por naranja o mandarina. Se puede agregar rodajas de palta.

LUZ Y AROMA PARA EL TRATAMEINTO DEL ALZHEIMER

Una terapia que emplea la luz y los aromas puede aliviar la agitación y la falta de sueño comunes entre los pacientes con mal de Alzheimer y otras formas de demencia senil.

La terapia con el uso de luz mejora la calidad del sueño de los pacientes principalmente durante los meses de invierno, cuando es más breve el período diario de luz solar. Los pacientes expuestos a una aromaterapia con un  bálsamo mostraron mejorías significativas en su calidad de vida, incluida una disminución del retraimiento social y un incremento de sus actividades constructivas.

En Estados Unidos hay más de cuatro millones de personas que sufren mal de Alzheimer; una de cada 10 personas mayores de 65 años de edad, y casi la mitad de los mayores de 85 años de edad padece el mal.

La Asociación del Alzheimer calcula que para mediados de este siglo habrá más de 14 millones de personas con el mal en Estados Unidos.

Más del 70 por ciento de las personas con este mal vive en casa al cuidado de miembros de la familia y amigos, que se ocupan en el 75 por ciento del cuidado del paciente en el hogar.

Una persona vive con el mal de Alzheimer un promedio de 8 años desde los primeros síntomas, y algunas viven hasta 20 años o más.

EL APORTE DE PLANTAS MEDICINALES DE LAS CULTURAS AMERICANAS

Las culturas americanas aportaron al mundo, además de metales preciosos, tabaco y alimentos como el chocolate y café, más de 3.000 plantas medicinales que se integraron a la farmacopea europea durante el reino de Felipe II.

Durante la época precolombina los antiguos pobladores tenían un gran conocimiento sobre las hierbas silvestres, utilizadas para curar casi cualquier dolor y para entrar en contacto con sus deidades. Ese conocimiento profundo de las plantas medicinales llegó hasta Felipe II, quien al enterarse de que en America había una gran variedad de plantas medicinales, mandó al protomédico Francisco Hernández a recolectarlas.

El investigador pasó entre tres y cinco años reuniendo más de 3.000 especies que llevó a Europa, y que fueron un gran aporte para la farmacopea.

Estas antiguas culturas también ingerían determinadas plantas para realizar sus ceremonias rituales. Estas eran plantas sagradas asociadas a los dioses y porque eran elementos de comunicación entre los hombres y las deidades, es decir, «eran unos vehículos transmisores de lenguaje». Sobrevivió más adelante una tradición terapéutica y ceremonial prehispánica entretejida en un pensamiento cristiano.

LA REFLEXOLOGIA FACIAL

La efectividad de la Reflexología Facial está comprobada, constituyendo una eficaz terapia auxiliar de la Medicina. Su metodología ha sido incorporada en numerosos tratamientos de rehabilitación, suponiendo una importante ayuda en diversas patologías e incluso en la prevención de determinadas enfermedades. De esta forma, con esta terapia se consigue tratar ciertos órganos, aumentar la circulación sanguínea, regular la química corporal y mejorar el estado emocional. Al mismo tiempo, al aplicar el tratamiento, se obtiene un análisis del estado de salud de la persona, lo que permite realizar una recuperación mayor y más eficaz. El mecanismo de acción actúa a través de la liberación de endorfinas y neurotransmisores, que se liberan por el estímulo de vibración de los meridianos y los nervios, en distintos niveles del sistema nervioso central.  Existen técnicas muy efectivas como es la del DO IN,  automasaje que estimula los meridianos energéticos obteniendo por ello mayor vitalidad y salud.

La almendra, un sanador, alimento bíblico

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