La FAA da 90 días a Boeing para revertir su crisis de calidad

La FAA subraya que la seguridad de los pasajeros aéreos es su principal prioridad, y todas las decisiones y acciones que se llevan a cabo, son con el fin de asegurar la seguridad y prevenir posibles incidentes en el futuro.

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(Aeronoticias): Claudia Celestes / Aviación Digital, Sp.- El administrador de la FAA, Mike Whitaker ha dejado claro a altos funcionarios de Boeing, la necesidad de abordar los problemas sistémicos de control de calidad para cumplir con los estándares de seguridad no negociables de la FAA.

Whitaker enfatizó la importancia de un esfuerzo sostenido por parte del liderazgo de Boeing para implementar mejoras reales y profundas. Se espera que Boeing presente un plan de acción integral dentro de los próximos 90 días, incorporando resultados de auditorías y hallazgos del informe del panel de revisión de expertos.

Por el momento, la FAA ha detenido la expansión de la producción del 737 MAX y está explorando el uso de terceros para supervisar a Boeing. Además, se está llevando a cabo una auditoría de supervisión mejorada de los sistemas de producción y calidad de fabricación de Boeing. Las inspecciones y mantenimiento rigurosos son requisitos previos antes de considerar poner de nuevo en servicio los aviones 737-9 MAX.

Además, la FAA está investigando a fondo las prácticas de fabricación y las líneas de producción de Boeing, así como cualquier incumplimiento potencial. Además, se han tomado medidas para garantizar la seguridad, incluyendo la inmovilización temporal de ciertos aviones 737-9 MAX y la implementación de un riguroso proceso de inspección y mantenimiento antes de que puedan volver a volar.

La imposición de una serie de medidas de seguridad estrictas para abordar posibles problemas en los Boeing 737 MAX se originó a raíz del accidente del vuelo 1282 de Alaska Airlines. La Administración Federal de Aviación (FAA) tomó medidas decisivas, emitiendo una directiva de aeronavegabilidad de emergencia que temporalmente dejó en tierra a más de 170 aviones en todo el mundo. Esta acción de la FAA tuvo como objetivo garantizar la seguridad y realizar inspecciones detalladas antes de permitir que dichas aeronaves volvieran a estar en servicio.

Los operadores de estas aeronaves tuvieron que llevar a cabo inspecciones específicas antes de que pudieran considerarse para volver a estar en servicio. Además, la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA) adoptó la misma directiva, reflejando la preocupación global por garantizar la seguridad de las aeronaves Boeing 737 MAX y la protección del público que volaba.

Compromiso con la seguridad pública

Asimismo, la FAA enfatiza que la seguridad del público que vuela es su máxima prioridad. Todas las decisiones y acciones se toman con el objetivo de garantizar la seguridad y evitar incidentes futuros. La cooperación entre la FAA, Boeing y otras entidades involucradas es fundamental para lograr estándares de seguridad más altos y mantener la confianza del público en la aviación.

Fuente: aviaciondigital.com

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