La autora, que es Magister en Ciencia Política, anota “basados en el peor chovinismo chileno, ese por el cual nos creemos los ingleses de Latinoamérica, nos gusta pensar que tenemos más en común con Europa y Norteamérica que con el desordenado vecindario en el que vivimos”.
Sobre la diplomacia chilena afirma que “Los descuidos, errores y pasos en falso han sido una constante, especialmente con los vecinos y al referirse al Perú estima que “ aunque desde la Guerra del Pacífico estallan polémicas de todo tipo ( desde los añejos videos de Lan Perú, el origen del pisco, las empresas chilenas asociadas a la corrupción de Fujimori y un largo etcétera), la estrategia chilena ha sido históricamente privilegiar las relaciones comerciales y negarse a discutir”.
Mientras tanto, especula, “La estrategia peruana había comenzado hace décadas un plan para relativizar los derechos chilenos sobre el territorio que hoy reclama. La Cancillería chilena, insistiendo majaderamente en la “intangibilidad de los tratados”, no puso freno cuando era tiempo .Debido a nuestra negativa a discutir y presentar los argumentos necesarios, el asunto escaló, impulsado además por el nacionalismo peruano. El resultado está a la vista: una demanda ante La Haya que Chile pudo evitar”.
Efectivamente, como comenta Nicole, quien además es Directora de Sudamérica XXI y Profesora en la Escuela de Periodismo de la Universidad Diego Portales de Chile ( un nombre muy recordado en el Perú) su país o mejor dicho las autoridades chilenas siempre se han caracterizado por su negativa a discutir temas de mucha trascendencia con sus vecinos, entre ellos Bolivia y el Perú, arrastrados por su soberbia, fieles a su lema nacional: “Por la razón o por la fuerza”, creyéndose dueños de la verdad e ignorando adrede la historia.