(Aeronoticias).- El periodista Nicolás Lúcar, actual conductor de Punto Final en Frecuencia Latina, bajo ciertas circunstancias se ha convertido en el personaje de una noticia, como es la que se escribe en esta nota. Y quizá por tristes motivos.
El otrora trotskista -como le acusó Mauricio Mulder, del APRA, en la última entrevista- tuvo una participación importante como conductor de noticias durante la década del 90. Es inolvidable para un niño o adolescente -si no adulto- que recuerde la voz en off diciendo «No se lo pierda» durante la publicidad de «La revista dominical», programa que manejaba Lúcar. En todas era el franelero de los fujimoristas.
Tras la debacle de Alberto Fujimori y aliados, Lúcar cambió el nombre del programa y lo tituló «Tiempo Nuevo», en referencia a lo sucedido en los últimos dos meses -la renuncia por fax de Fujimori, la caída de dicha cúpula sumergida en la corrupción-. Pero de nuevo sólo tenía el nombre puesto que lanzó al aire la noticia en que se comprometía al presidente Valentín Paniagua, al acusarle de recibir dinero de testaferros fujimoristas para su campaña presidencial.
Toda una mentira.
A los segundos de terminada la emisión de la acusación, Paniagua llamó a Lúcar en vivo e inició con un «malas noches para el país». Dijo ser inocente, culpó a Lúcar de ser artífice de un complot contra la democracia, y culpó a América Televisión de seguir laborando para los fujimontesinistas. Terminado el programa, el canal señaló que no se solidarizaba por las opiniones vertidas en «Tiempo Nuevo».
Años después, el aprista Mulder le enrostra lo vivido.
Con información de La República.
