(Aeronoticias).- Tras la quiebra simultánea de las empresas de bajo coste, SkyExpress y Avianova, a fines del 2011, ahora la compañía Red Wings tendrá que cerrar sus alas debido a que la entidad reguladora aeronáutica Rosaviatsia canceló su licencia.
Esta situación, más allá de los tintes políticos -el propietario de Red Wings es Alexander Lébedev, multimillonario y opositor al gobierno de Vladimir Putin-, afecta a la precaria situación que vive la aeronáutica rusa. Entre los obstáculos se encuentran la falta de legislación que permita la venta de boletos no reembolsables y la escasez de pilotos cualificados, informó el portal Rusia Hoy.
La crisis de las aerolíneas low-cost se suma a la prohibición dada por el gobierno de contratar pilotos foráneos. Sin embargo, no necesariamente pueda ser malo para sus trabajadores, cuyos salarios en la empresa Aeroflot se incrementaron en 13,000 dólares mensuales.
