(Aeronoticias) Ayer el presidente de Bolivia, Evo Morales, envió un mensaje conciliador a Chile en el marco de la 70 Asamblea General de la Naciones Unidas expresando que» su pueblo no quiere ganadores ni perdedores» tras la posición de La Haya rechazando la impugnación que pretendía Chile para que este tribunal internacional de justicia se ocupe del diferendo con su vecino sobre una salida soberana al mar.
Por su parte su par chilena, Michelle Bachelet, replicó en ese misma magno escenario que su país reclama el «estrícto cumplimiento de los tratados» y que debe respetarse lo firmado en los tratados, refiriéndose seguramente al que suscribió Bolivia en 1904 que significó la pérdida de todo su litoral al finalizar la llamada Guerra del Pacífico en 1879.
El mundo y sobre todo América toda mira expectante estas dos posiciones : una, Bolivia humilde y conciliadora frente a Chile, cuyos mentores, aparte de su mandataria, se muestran soberbios y arrogantes hasta el cinismo, como el ex ministro de Defensa, Jaime Ravinet, quien pide casi a gritos que su país debe retirarse de la ONU y que si » Bolivia quiere mar, que venga a buscarlo, que aquí lo esperamos».
Pero también se oyen en Santiago otras voces, más sensatas y serenas, como la del ex canciller Ignacio Walker, aconsejando a sus paisanos que es tiempo de » dejar de lado cierto tono de auto suficiencia y dejar de mirar a Bolivia por encima del hombro».
Mientras tanto el pueblo chileno ya se está cansando de los seguidos fracasos de sus diplomáticos y de los abogados que defiende a su país cobrando sueldos astronómicos para no conseguir nada a favor, como graficó un observador » Se les paga para traer agua en canastas, es decir nada».
