(Aeronoticias).- Primera escena: La discusión entre dos mujeres y un hombre, insultos raciales de por medio, llega a bofetones, iniciado por parte de la menor. El hombre replica con golpes de revista e inician el ataque ambos. Segunda escena: Los pobladores tratan de separar a ambos bandos. Tercera escena: La «víctima» denuncia el hecho por los medios siete días después.
Primero, queda decir disculpas a los lectores por no esperar la grabación que permita dirimir qué sucedió en su momento. El domingo pasado, la ciudadana Cristina Castro y su hija denunciaron la agresión física y verbal por parte del embajador de Ecuador en Perú, Riofrío Machuca.
Lo que callaron fue que la agresión iniciada por ellas y, a pesar de que si esto no pudiera ser excusa para que el embajador se disculpara, motivaran el conflicto.