(Aeronoticias) El máximo goleador en la historia de Boca Juniors subió a una tarima emplazada en la mitad de la cancha y más de 30 mil voces entonaron el himno nacional de Argentina. Luego, una ovación estremeció los cimientos de La Bombonera, donde los hinchas del elenco ‘xeneize’ se despidieron de Martín Palermo.
El partido frente a Beinfeld, que culminó con un empate de 1-1 fue es el último que el delantero disputa en el estadio que fue escenario de sus mayores logros. «Muchas gracias Palermo… Lo que hiciste por Boca nunca se olvida», cantaban sus incondicionales desde las tribunas.
Nunca en el fútbol argentino hubo un tributo tan emotivo como el que recibió esta noche El Titán. «Son tantas cosas las que pasan por mi cabeza», dijo el número nueve, con los ojos empañados de lágrimas.
«Ustedes siempre estuvieron conmigo, en las buenas y en las malas… Cada vez que hice una buena jugada la hice pensando en ustedes. Ante todo en ustedes», afirmó el deportista que marcó 236 goles con la camiseta de Boca. Después de recibir el abrazo de sus padres, Palermo dio la vuelta olímpica, tirando besos a las tribunas.
«Esta cancha ha sido mi segundo hogar y lo seguirá siendo…», murmuró el homenajeado al tiempo que se inclinaba para besar el césped. El público permaneció largo rato en el coliseo, como tratando de hacerse a la idea de que Martín, de 38 años, no volverá a deleitarlos con el fuego de su artillería. Elmundo.es
