(Aeronoticias).- Un hombre de 57 años mató hoy a tiros a 4 personas en la localidad catalana de Olot, provincia española de Gerona. Dos de ellos, murieron en un bar y las otras dos, en una sucursal de un banco. El asesino, después de cometido los hechos, se entregó a la policía.
Armado con un rifle, el hombre entró en un restaurante, se dirigió sin mediar palabra hacia sus dos primeras víctimas y disparó contra ellas mientras desayunaban. Se trataba de los dueños de la empresa de construcción en la que trabajaba: un hombre de 62 años y su hijo de 35.
Medios españoles informaron que el presunto autor de los disparos es un empleado de la constructora al que le acababan de anunciar que iba a ser despedido debido a los problemas económicos que atravesaba la empresa y que cuyos dueños mató.
“Entró, disparó y se fue sin decir absolutamente nada”, contó un testigo. Luego se dirigió en auto a una agencia bancaria y allí mató a otras dos personas: el subdirector de la oficina y una empleada.
“Ya estoy satisfecho”, dijo al salir del banco y entregarse a la Policía local, según una testigo. Los agentes se habían detenido delante del banco al ver un carro mal aparcado, que era el del homicida.